lunes, 31 de octubre de 2011

Y MARIO VÁZQUEZ RAÑA SE VIO VIEJO LENTO Y TITUBEANTE Por Carlos Bernal Romero

No estoy viejo; sólo tengo juventud acumulada
José Sulaimán

      El día de la inauguración de los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011, el Viernes 14 de octubtre, al oír su discurso, nos pareció que Vázquez Raña estaba fuera de lugar porque su speech (Abuelo Geno dixit) estuvo:

          Largo, insípido y aburrido

   30 de octubre 2011, con la Clausura, no sólo confirmamos nuestra apreciación, sino hasta la ampliamos:
     
     Mario Vázquez Raña 7 de junio de 1932, Galicia España, y durante 36 años (1975), Presidente de la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA) (1) dio uno de los peores discursos de la historia del deporte:
          
Interminable, soso, repetitivo y lleno de lugares comunes
    Así aunque el público que llenó el Estadio Omnilife, estaba relajado, de fiesta y dispuesto a celebrar y aplaudir todo y a todos (inclusive al Gobernador Emilio González Márquez), al oír que no tenía para cuando terminar, le empezó a silvar y abuchear

  Completamente desconcertado, porque por más de 40 años ha estado acostumbrado a escuchar halagos, elogios y que le hagan caravanas, trató de callar a la gente moviendo los brazos hacia abajo.


     Como (por supuesto) no lo consiguió, se apresuró y tuvo uno de los finales de discurso más pateticos de todos los tiempos:


        En vez de:


   Hoy 30 de octubre del 2011 siendo las 8:50 de la noche; declaro oficialmente clausurados los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011


         Dijo:


    Hoy 30 de octubre del 2011 siendo las 11, las 9:50 de la noche; declaro oficialmente los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011

      
    Así es que al igual que El Gordo y El Flaco en Utopía; Tintán en El Capitán Mantarraya y Cantinflas en El Barrendero:

    
    En la Clausura de los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011 Mario Vázquez Raña, se vio:

      
    Viejo, lento y titubeante



     (1).FUENTE: www.lideresmexicanos.com/2008/05/mario-v-zquez-ra-a-2/

“HUBO UNA VEZ DOS ADOLESCENTES PERFECTAS” Por Carlos Bernal Romero

Para Irma Dorantes y Alma DeIia Fuentes
 

      Dicen que los sucesos extraordinarios se dan una sola vez en la vida y por lo tanto son irrepetibles. Los católicos inmediatamente señalaan que se tratan de milagros
 
     Algunos afortunados los presenciaron en vivo y los des gracias a fotografías, videos o peculas muchos os después. Ejemplos
 
      El arribo de los Beatles los Estados Unidos; la llegada del Hombre a La Luna; la final del Mundial México 70; la cara de bellísima ratita de Aline, sí la de Sergio y el rostro perfecto con cejas pobladas de mi poblanita
 
      A principios de los 50, con un cine nacional encarrerado filmando obras maestras, sucede algo que raya en la fantasía y hasta se podría decir en la locura de una mente como la de Alejandrosky (Alejandro González Muñoz)

      La aparicn de las adolescentes más bonitas que ha dado la vida misma, que hacen ver a las del Clan, como simples chamaconas y al Maestro Andrade lo regresa a la Primaria
 
      Irma Dorantes (Irma Aguirre Martínez 21 de diciembre de 1934, Mérida, Yucatán) en No desearás a la mujer de tu hijo (1949) de Ismael Rodríguez Ruelas.
 
      Alma Delia Fuentes (Alma Delia Fuentes N. 1937, Ciudad de México) en A toda máquina (1951) de Ismael Rodríguez Ruelas

     
Nunca más se vieron, ni se observarán dos muchachas tan hermosas, tanto así que la palabra perfección se quedó corta
 
      Para fortuna de Las chicas de hoy (un recuerdo para lo que queda de Tatiana) a excepción hecha de un puñado de 20, (Dafne, Mi Gatita Linda y Mi poblanita entre ellas) las demás tendrían que esconderse, ponerse bolsas de papel en la cara o de plano regresar a sus coladeras.


      Pero si tuviéramos que elegir entre una de ellas a la teenager (como dice en mi Abuelo Geno) nacida en la misma tierra de Martha Elba Higareda Cervantes, más preciosa de todos los tiempos ¿Quién ganaría

     ¿Alma Delia Fuentes de 14 años (Quinceañera en ATM) que hizo cantar como a nadie Enamorada (de Consuelo Velázquez) a Pedro Chávez (Pedro Infante Cruz) y un o antes en Los olvidados (1950) de Luis Buñuel, despertar la lujuria del ciego (un extraordinario y siempre móndrigo Miguel Inclán Delgado)?
  
  ¿O nuestra Irma (hasta 1952 tan Dorantes como le dio la gana) convenciendo al mismísimo Diablo: Cruz Treviño Martínez de la Garza (Don Fernando Garcia Pavia Soler) para que no se deje morir de hambre.?

    ¿La que en 1949 en Los tres huastecos, también del Genio hablantín, deseaba verse coqueta poniéndose las chucherías que vena la no menos bella Blanca Estela Pavón Vasconcelos?

      Si ustedes son capaces de escoger, avísenos, porque nosotros, no podemos.