Definitivamente el papel de los medios libres e independientes es ser transgresores, rebeldes y contestatarios.
Este video, está muy bien realizado. Creatividad al protestar necesitamos más en México.
Nos guste o no el sexenio de Felipe Calderon, no hay que negar, que en está canción, le dicen una que otra verdad al próximo expresidente de México y futuro "maístro" de Hardvard
Fue un error haber entrado a Sin Filtro. Llegar a Televisa Chapultepec a grabar me produjo un hoyo en el estómago. Durante mi recorrido, recordé los gritos, los disfraces, los grafitis, los cantos, la protesta. El asfalto todavía se sentía caliente. Parecía como si las paredes de Televisa todavía guardaran la memoria del video que se proyectó denunciando qué se manipulaba detrás de las mismas. Algo se sentía mal, algo para mí era confuso.
En ese momento creí que Televisa podría ser un buen espacio para llevar la protesta a más gente. Que el espectro radioeléctrico era un bien público que inclusive nosotros podíamos utilizar. Mi lógica era que durante las elecciones luchamos en contra de los medios de comunicación, utilizando la plataforma de los mismos. Todos los medios cubrían la protesta. Todos querían la crítica fresca, los colores juveniles y el léxico de moda. Pensaba –ingenuamente– que con Sin Filtro, la protesta había ganado un pequeño espacio, y que había que utilizarlo. Decidí jugar con Sansón a las patadas.
Hoy me doy cuenta con mucha tristeza, que mi ingenuidad legitimó algo contra lo que yo marché durante meses. La política es mediática. Las elecciones son también un espectáculo, y Televisa es experto montándolos.
Esta vez, se legitimó mediante un espectáculo más: la aparición a cuadro de jóvenes inexpertos pero mediáticos. Televisa maquilla, simula, finge y produce personas y realidades. Me quedó más claro que nunca después del promo del programa.
La pregunta entonces es, ¿por qué una empresa de televisión necesita legitimarse? Cualquier intento de legitimación supone el ejercicio de un poder. Televisa es un actor político con poder, y lo ha sido mucho tiempo. Como empresa que es si pierde legitimidad pierde rating, y por consiguiente pierde influencia. Sin audiencia, Televisa no existiría. Su propia existencia depende de la capacidad de presión y manipulación sobre sus televisores: en la propia legitimidad está su poder.
Tuit de la cuenta de Emilio Azcárraga, presidente de TelevisaEl tuit de Azcárraga, además evidenciar explícitamente el intento de legitimar la televisora, me hizo dudar de varias cosas. ¿Apertura en qué sentido? ¿Un espacio así garantizaría la pluralidad de ideas? Parecía más bien un acto demagógico.
Entre la prueba de cámara y la grabación transcurrieron sólo tres semanas, le pidieron a Ricardo Alemán que se moviera de horario, el registro del nombre se hizo en tres días, y Foro TV estaba rápidamente adaptado, con mesas y logos hechos a la medida. La ejecución tan rápida daba la impresión de que la orden venía desde arriba. De dónde, no tenía idea, pero el tuit parecía insinuar algo.
Le preguntamos al productor: ¿vamos a poder decir lo que sea?
El programa es suyo -respondió- tendrán plena libertad editorial y de producción. La seducción fue muy fuerte: plena libertad para un grupo de jóvenes que no teníamos idea. Parecía una gran oportunidad. Sonaba muy tentador.
Hablar de algo de lo que “sabes”, despotricar a Televisa en su propia casa, la lucha ganada, el mensaje. Salir a cuadro, salir bien a cuadro, la cámara frente a tus ojos, el maquillaje antes de salir al aire, el exceso de maquillaje, la artificialidad del foro. La vanidad. Lee un libro, lee dos, recuerda tus clases. La democratización de medios.
Los ideales confundidos, la protesta confundida, el mensaje distorsionado.
Seducir y manipular no es lo mismo. La diferencia es que la seducción implica la toma de una decisión. Por esa decisión me hago responsable y reconozco que me equivoqué.
El espacio es muy bueno, la oportunidad de llegar a más gente es incuestionable. Pero el contenido nos falló en aquel primer programa. Como grupo, nos hizo falta detenernos a pensar, ¿qué podremos aportar de diferente? ¿Cómo vamos a aportar un elemento innovador? Televisa nos dio plena libertad (quizá sabiendo lo que ocurriría) pero estaba en nosotros aprovechar esa libertad. No la aprovechamos, no había manera que saliera bien.
Terminamos replicando los únicos esquemas que conocemos en televisión. En esa réplica estaba ausente la voz de los jóvenes. Las mismas cámaras, los mismos cortes, el mismo Foro y un mensaje muy poco diferente.
En el primer programa, todos (menos Daniela) éramos del ITAM. Esto contribuyó a la emisión de un mensaje aún más perverso: en México sólo las élites tienen acceso al poder y su ejercicio. En realidad, esto no fue planeado por Televisa, aunque no le pudo salir mejor: el programa carecía de diseño serio. Una mesa llena de estudiantes del ITAM fue porque todos éramos amigos de Attolini, él fue quien nos invitó, a pesar de todas las sugerencias en contrario.
Aquel domingo, el productor nos pidió pizzas y firmamos el contrato. Antes de entrar a grabar, recuerdo mirarme al espejo y sentir que algo estaba mal. Le hice miles de correcciones ridículas al contrato, sentía que Televisa me iba a jugar chueco. Mis ideas estaban confundidas, se me trababa la lengua. Hasta la pizza me supo mal. La manzana que nos habían ofrecido olía a podrido, en realidad no sabía si lo estaba.
Así, incómoda, entré a grabar a Foro Tv.
Reconozco los errores que cometí durante el programa y no los voy a justificar, son simplemente eso, errores. No llegué bien preparada. Desde la “bonditud”, el uso indiscriminado del concepto de “Estado fallido”, el monopolio estatal en Venezuela, y la peor, que el Estado multe a los medios por no ser veraces. Pero también reconozco mis aciertos, y lo que sí dije fue que el programa era una simulación de pluralidad al interior de la empresa. También dije que dadas las presiones sociales, Azcárraga buscó levantar el boquete de una olla presión para legitimarse y ganar audiencia. La única diferencia es que en ese entonces yo creía que era un ganar-ganar. Ahora reconozco que quien gana en este proceso es Televisa. Hoy tiene en su barra de programación un espectáculo de jóvenes, pero en términos de contenido, Televisa sigue exactamente igual que antes de Sin Filtro y sigue siendo la mano fuerte de un monopolio importante. No han abierto nada, y como grupo, no aportamos nada.
Pasada la euforia al terminar de grabar, decidí no regresar a Sin Filtro después de ver el primer programa y darme cuenta del exceso de maquillaje. No me siento cómoda. No me gusta hablar con tanto exposure de temas de los que no sé. Me incomoda grabar los domingos en el lugar que me recibió con más de 500 granaderos el día que 132 marchó hacia el Zócalo un día antes de las elecciones. Pero sobre todo, no me siento cómoda replicando los viejos esquemas de hacer política en nuestro país. Tomar la bandera de democratización de medios es hacer política, y más en el contexto de un Peña Nieto bien peinado, y de la televisora que lo maquilla. Mucho más político es, cuando aceptas que esa misma televisora te maquille y te ponga rímel antes de entrar al aire.
Me salí de 132 porque parece que los jóvenes tenemos tatuada una manera de hacer política a la antigua. Una política oxidada, sucia, corrupta y descompuesta. Hoy me salgo de Sin Filtro porque me di cuenta que caí en mi propia crítica.
Ya lo dije, fue un error haber entrado, pero no me arrepiento. Si no hubiera aceptado no podría contar esta historia. No sé si es relevante o no, pero es un acontecimiento más dentro del capítulo de un periodo electoral donde un grupo de estudiantes de una universidad privada le mentaron la madre al candidato puntero del PRI, donde Televisa lo encubrió, donde lo maquilló y peinó mucho antes de las elecciones, donde la generación que votaba por primera vez salió a marchar a las calles y donde al final, ganó democráticamente un régimen que dejó como herencia un país hecho pedazos.
Ya lo había dicho, fue fácil exigir la democratización de medios con pancartas de colores en las calles. Lo imposible ha sido cambiar los esquemas y viejos trucos que hemos aprendido de los actores políticos que nos gobiernan. De aquellos que se benefician y sacan provecho de su poder. No sé bien qué es democratizar los medios, pero sé que no se va a hacer con Televisa.
¿Cómo innovar para poder irrumpir en la esfera política sin replicar sus viejos modos? Los tiempos cambian y por primera vez, tenemos las herramientas necesarias para contrarrestar información manipulada. ¿Seguiremos replicando esquemas oxidados?
Ojalá innovemos. Ojalá sigamos siendo críticos. Ojalá reconozcamos errores. Ojalá aplaudamos aciertos. Ojalá mantengamos el dedo en el renglón. Ser “jóvenes viejos” no es opción, merecemos crear nuestras propias formas desterrando lo caduco. Nada va a cambiar si seguimos las mismas reglas que tanto hemos criticado. Ojalá nuestra energía siga. Ojalá nos demos cuenta que en la era de la información y la tecnología, nos toca a nosotros cambiarlas. Nos toca cambiar la manera de hacer política.
Sabemos que ÁngelaAngieVázquez Espinoza
es apenas una cantanteregular en español
y no tienenada
que hacer frente a nuestra
Irlanda Valenzuela
y de eso da fe:
El
HimnoTeletón 2012
Pero de tantooírlo a todas horas
en
radio y televisión, le
encontramos una cualidad a
la voz de la Hermana
VázquezSounds:
Se
oyetansensual y
hasta cachonda
que
nos hizorecordar el HappybirthdayMrPresident que
le cantóMarilyn Monroe a John F. Kennedy.
Comparen las inflexiones de voz y nos darán
la razón:
HIMNO TELETÓN 2012
ANGIE
HAPYBIRTHDAYMR PRESIDENT
MARILYN
Entonces
con la voz
de Ángelainvitando a la gente a cooperar,
van a llegar a
la meta, más rápido.
-¿Maestro por qué le puso un título en latín a su película?
-Dije
desde un comienzo que no le daré ninguna concesión al espectador
Oído en Cannes, Francia
Juan y su familia viven en el campo
mexicano buscando la vida ideal. Pero pronto se encuentran acechados por la
violencia y los demonios, propios y extraños. (1)
Post tenebras
lux (Carlos
Reygadas Castillo 2012)
es, no
nos podía fallarReygadas:
La nueva
peorpelícula mexicana
de todos los tiempos
Resulta tan mala
que a los 40
minutos uno ya
se quiere de la sala,
pero como costó40 pesos el boleto,
nos quedamos los 71 minutosrestantes y sí, terminópeor
de lo que esperábamos.
Quisiéramosrealizar una sinopsis de
la historia, pero está tanincoherente, que nadie entendería
lo que escribiéramos, porque
notendríani pies ni cabeza.
En
el aspecto técnico vemos un diablorojo fosforescente y virtual y
una parte de las imágenes
las observamos:
Borrosas, dobles, fuera de foco y
parece que miramos una película en 3D,
pero sin los lentesadecuados.
yno esculpadelcácarosino deltalentodeldirector.
Así
entreniños y perros:
CARLOS
REYGADAS CASTILLO
(10 DE 0CTUBRE DE 1971, CIUDAD DE MÉXICO)
le copió el estilo a Gabriel Retes Balzaretti
y puso a actuar
a sus hijos.
Entonces
en lugar degastarse entre 35
y 70pesos en esta Reygada, mejor vayan
a cenar al vips,
a pasear a la remodeladaAlameda o dónenlos
al Teletón.
Vista el martes 27 de noviembre, en la tercerafunción de
las 16:30 p.m. en la Sala
1 del LumiereReforma junto
con otroscuatroestoicosespectadores:
Desde sus promocionarles, la telenovela Corona de Lágrimas dejaba muy en claro a
la tele-audiencia la esencia de su narrativa:
La historia de la clásica madre
mexicana; sufrida, dejada, abnegada y alcahueta, pero MADRE al fin.
El
crítico de televisión más importante en México, es Álvaro Cueva, en su columna llamada
EL POZO DE LOS DESEOS REPRIMIDOS del 26 de septiembreCueva escribió sobre el
contexto en el cuál se produjo este melodrama:
“Corona de lágrimas fue una radionovela
de los años 60 que tuvo tanto éxito que llegó al cine y a la televisión (…) Corona de lágrimas era algo así como un
homenaje al Día de las Madres, la historia de una mamá con tres hijos varones,
en edad universitaria que la hacían sufrir al extremo.
De
hecho se llama Corona de lágrimas
porque su autor, Manuel Canseco Noriega, decía que las madrecitas mexicanas se
la pasaban tan mal que había que premiarlas poniéndoles una corona, pero no de
oro, ¡de lágrimas! ¡Qué horror!(1)
Según Álvaro Cueva en cine esta historia fue protagonizada por la gran actriz Marga López:
“…Que
alguna vez me contó, medio apenada, que en esa película lloraba demasiado”.(2)
El trailerdel largometraje nos ayuda a comprender qué tanto ha cambiado (de aquella época hacía nuestros días) el
concepto de la madre mexicana estereotipada por el cine y la televisión:
Y es
que, para el mexicano, la madre es lo MÁS SAGRADO (así con mayúsculas) y desde tiempos de Don Ismael Rodríguez, a la progenitora se le tiene en un altar, simbólicamente, claro está, ya que en la realidad la mamá del mexicano ha sido relegada a las tareas del hogar.
Esta
producción de JoséAlberto Castroestá
manufacturada muy al estilo de las películas de Pedro Infante.
Victoria Ruffo
en su personaje de Refugioes la cruza
de Doña Lucha (María de Todos los Ángeles) y los personajes que interpretaba
DOÑA Libertad Lamarque.
Ruffo merece todo el reconocimiento, no se esfuerza en llorar, sabe hacer su trabajo, y en ésta telenovela se gradúa,
demostrando que tantos años al frente de las cámaras no han sido en vano.
Mención aparte merecen los tres hijos que
aparecen en la historia:
El
personaje de Patricio, el hijo mayor de Refugio, está haciendo lucir al hasta
ahora desconocido actor Alejandro Nones.
Son los diálogos que salen de la boca
de este personajelos que nos hacen sacar chispas a los tele-videntes, nos retuercen el
hígado, ya que como mexicanos nos indigna que un hijo sea mal agradecido con su
SANTA Y ABNEGADA MADRE.
Mane
de la Parra interpreta al hermano menor de Patricio, quien en su actuación como Nachodemuestra que quien “armó el castingde esta telenovela” sabía lo qué
estaba haciendo.
De la Parra es el hijo que toda madre mexicana sueña tener; tierno,
buen hijo, buen hermano y nada interesado de los valores materiales, siempre
deseando que a su madre le vaya de lo mejor y procurando el bienestar de esta.
El
tercer hijo que vemos en la historia, es Edmundo, el clásico joven que se debate
entre la delincuencia y la vida funcional.
Parece que a José María Torreno le quedó de otra que
regresar a la televisión. Este seudo-intelectualintenta dar saltos al cine, regresa a las telenovelas porque dejan muy buena lanita, y es que no se
le culpa, de algo hay que tragar mientras el Cine nos vuelve a llamar.
Hablar
del “elenco de reparto”, es sin duda hacer un análisis de los personajes uno a uno, porque a
veces sí son reflejo fiel de la sociedad mexicana, pero caen en el estereotipo.
Me refiero al panadero
viudo que se quiere ligar a la mujer sola, a el patrón que explota a sus
trabajadoras, al asistente que se humilla ante su jefe, a la niña rica y
mimada que pertenece a "la alta sociedad” (Adiana Louvier en su personaje de Olga Alcira), co-protagonistas que Televisa “nos ha
recetado” siempre en sus historias.
Por último reconocer que Ernesto Laguardia ha sorprendido a las amas de casa que lo seguían todas las mañanas en el matutino HOY, ya que pocas veces ha encarnado a un villano tan cínico y déspota.
Sólo esperamos el final de Corona de Lágrimas para ver a Patriciopagarpor haber
ofendido a su madre, para que el personaje de Andriana Louvier se quede sola y
paralitica, y por fin a Refugio, (como a todas las madrecitas de este país),
verla feliz porque la Revolución Mexicanapor fin le hizo justicia.
En
otros países ven las telenovelas mexicanas y se regodean con nuestros dramas,
literalmente la cultura mexicana (véase el cine nacional) nos ha demostrado que
los descendientes de los aztecassomos llorones, hacemos berrinche ante los problemas de la vida pero también somos luchones como intenta demostrarnos el documental Hecho en México (Duncan: 2012)
Corona
de Lágrimas es más que una simple telenovela. Es la cultura mexicana expuesta a nivel nacional.
Televisa una vez más juega con nuestra cultura. La
televisión reproduce (podríamos decir que exageradamente) ese AMOR intrínseco que sentimos “por la jefecita”.
Volviendo a lo que escribió Álvaro Cueva, según el crítico los nuevos guionistas han adaptado excelentemente esta radionovela
al 2012, pero el conflicto de clase sigue presente,en los diálogos se nota, escuchamos decir a ciertos personajes:
“No es de
linaje, no es familia de abolengo” palabras (ojo, no conceptos) que si bien no las hemos superado, sí las hemos dejado en desuso.
Así
que tache para los adaptadores, porque están emitiendo diálogos pasaditos de moda, aquellas expresiones que
nuestros abuelos repetían en la época de Doña Liber Lamarque.
Si
yo fuera el programador de El Canal de la Estrellas, pensaría
muy seriamente en cambiar al horario estelar esta telenovela, pero en este momento da igual, ya que lo que ponga Televisa en su parrilla de las 21 horas siempre será exitazo.
¿Cómo
nos explicamos que una radionovela de los ´60 esté gustando en la preferencia
de las mujeres mexicanas, en las amas de casa, esas que laboran por la mañana de
enfermeras, maestras, costureras, obreras, secretarias o simplemente al cuidado
del hogar, esas que están en sus casas a las 16:00 horas y que indudablemente (como
nosotros) no resintieron la tentación de “asomarse” a ver esta tele-novela “marca
llorarás”, hecha en la fábrica de sueños?
Una
respuesta es que la telenovela identifica automáticamente al mexicano, no sólo
con la madre, sino con los hijos y hermanos.
En las historias de vida de los
neo-mexicas nunca falta el pariente malagradecido, la oveja negra de la
familia, el que no estudió, el que se revela, el vago o el hijo que es tan
bueno con la mamá que ésta se apoya en él para cargar su cruz. Así como afirma
el personaje de Doña Lucha, que bien hace la comediante Mara Escalante:
“Los
hijos son un eterno viacrucis”.
Cuando
vimos la escena donde Refugio le rezó a La Virgen de Guadalupe para que sus
hijos “salgan adelante”, “para que Dios la ilumine y así educar bien a sus
retoños” dijimos: ¡esto será otro cañonazo!
Y
es que la protagonista, además de ser madre sumisa, es obrera explotada, sufre
acoso laboral y su patrón “se hace de la vista gorda”, pero como buena mexicana,
Refugio con ayuda de Dios y la Virgen aguanta todo.
Parece
que el México de finales de los ´60 se “resiste a morir”. ¿Será que aún es
verosímil que en la Ciudad de México, en pleno siglo XXI un recién egresado de la UNAM se avergüence de vivir en un barrio y de haberse criado en
vecindad?.
Este
es todavía el México que ve telenovelas y repite sus estereotipos, ésta es esa sociedad
que seguirá llenando los restaurantes cada 10 de mayo, ese México que lleva
mariachis a la jefecita, no en vida, sino en la tumba. El único país que sabe
cuánto duele que le mienten la madre.
Felicidades
a Televisa y al productor José Alberto Castro, que “le dieron de nuevo al clavo” en
historia y horario.
Felicidades a todos los que hacen este melodrama, porque le
están echando ganas a su chamba, incluyendo a Don Juan Pelaez quien no disimula
que llega un poco pasadito de copas a los
llamados.
(*)Todas las imágenes fueron tomadas del portal oficial de la telenovela Corona de Lágrimas. Televisa-Es Más.