miércoles, 19 de julio de 2017

EL SER HUMANO: EL ÚNICO ANIMAL QUE NO AMA COMO ANIMAL Por Gianfranco Fuscaldo Albino


El ser humano; El único animal que nunca terminar de madurar. Este nunca dejará de aprender.

El ser humano es el único animal que ha manchado la dignidad de los demás seres vivos.

El humano es el que se deja de hablar porque ya me cayó gordo.

El único animal que mata a su cría en el útero materno.

El que se golpea, se mata y se insulta por placer.

El que toma a la la depresión como a una especie de vicio porque no puede dejar de compadecerse a sí mismo.

El ser humano es el que odia a su propia especie pero no puede explicar el porqué de su sentimiento.

Es el animal que come de sus propias heces, no por hambre, sino por perversión.

Es el hombre (así se le denominaba a la especie humana antes del Feminismo) el que no puede amar a sus propias crías, pero además las trauma y no las deja en paz de por vida.

Es el humano el que busca nuevas especies de drogas, de placebos y que escruta nuevas maneras de echar químicos a su cerebro.

La especie humana es la única del mundo que contamina sus pulmones por placer, ve que vive en un mundo contaminado por otros hombres; y aún así, no le importa, este animal se pone a aspirar humo tóxico en la mañana con algo que su gran razón ha inventado, algo que ha llamado "cigarro".

El ser humano es el mismo que se envenena con pesticidas y al mismo tiempo se pone un seguro médico.

Es quien no come carne por ser vegano, pero que no siente compasión por un vagabundo hambriento.

Es nuestra especie la que se compra un iPhone último modelo pero que no sabe ponerlo en “modo vibrar” en la iglesia, en el teatro, en el cine, en la escuela o en los distintos lugares que la lógica exige.

El ser humano es el que se compra un BMW de más de cincuenta mil dólares, pero no sabe poner la direccional en ese auto y no comprende las consecuencias de no hacerlo.

Ese mismo homo-sapiens que maneja: NO RESPETA A LOS PEATONES Y NO SABE COMPARTIR SU AUTO.

El ser humano no se da cuenta de su egoísmo y busca el placer; no lo culpo, todos los animales lo hacen; esos que mata para comérselos, también buscan el bienestar.

Ahora entiendo por qué Dios se arrepintió de haber creado al hombre. A Dios se le fue la mano en crearlo con libre voluntad: Lo hizo necio, testarudo, berrinchudo, cobarde, tonto, dificíl para cambiar y con tendencias suicidas.

La única salida es que el propio ser humano tiene que reeducarse, tienen que enseñar a sus crías a ser compartidos:

¡Que cada niño comparta sus juguetes!
¡Que cada hombre comparta su auto!
¡Que todos hagamos un mundo feliz sin amargar la vida de nadie!

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