Para Roberto Gómez Bolaños
Su esposo está muy grave, más sin en cambio se puede salvar
Oído en el Imss
"Se me chispoteó"
Con la aparición de la autobiografía de Roberto Gómez Bolaños Chespirito, titulada Fue sin querer, queriendo tenemos que hacer un alto en el camino y darle la razón.
"Es que no me tienen paciencia"
Porque 30 años después, la mayoría de los personajes que inventó, están presentes en el imaginario colectivo, no sólo de los mexicanos, sino de todos los habitantes de los países que hablan castellano, incluyendo España. Es más hasta en Brasil lo adoran.
El Chapulín Colorado; El Doctor Chapatín; Los loquitos; Los caquitos; El Chanfle, ya son parte de nosotros mismos.
"Sale y vale"
Pero toda la magia se centra en:
La vecindad del Chavo del ocho
Con los personajes y situaciones que ocurren en ella, es más que suficiente para considerar un genio a Chespirito.
"Ma pus éste"
El encanto y la fascinación que tres décadas más tarde les producen a los niños de hoy, se deben a dos factores en especial:
1).- Unos libretos ingeniosos con un timing perfecto
2).- Un excepcional cuadro de actores, Gómez Bolaños incluido:
"¡Tenía que ser el Chavo del ocho!"
Así nada más Roberto Gómez Bolaños podría ser El Chavo del ocho, Carlos Villagrán Eslava Quico, María Antonieta de las Nieves Gómez Rodríguez La Chilindrina, Rubén Aguirre Fuentes El Profesor Jirafales/Maistro Longaniza, Ramón Gómez Valdez Castillo Don Ramón / Ron Damón, Florinda Meza García Doña Florinda/La Popis.
Angelines Fernández Abad La Bruja del 71/ DoñaCleotilde. Edgar Vivar Señor Barriga/Noño, Horacio Gómez Bolaños Godínez, Raúl Chato Padilla Jaimito el cartero.
Sólo en esas pieles uno se puede imaginar a dichos personajes.
"Vámonos tesoro no te juntes con esta chusma"
Pero aún ante tanta evidencia, hay personas que se niegan a reconocerlo y alegan, de forma inocente, que por su culpa la niñez mexicana habla de forma incorrecta.
"¡Chusma, chusma!"
También hay otras que intentan darse importancia, afirmando que nunca lo vieron. La única forma de creerles, es pensar que no tuvieron televisión o infancia.
Yo lo vi con estos ojazos tapatíos que algún día se comerán los gusanos.
Para terminar con este tributo, ahí está la expresión de La Chimoltrufia y que hoy muchos no sólo repiten, sino que además escriben: Más sin en cambio
y sí tienes razón, Roberto:
"Fue sin querer queriendo"
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