jueves, 21 de marzo de 2019

Análisis a la Teoría de la Propaganda de Paul Joseph Goebbels Por Arturo Heman

Paul Joseph Goebbels​ (29 de octubre de 1897- 1 de mayo de 1945) fue un político alemán que ocupó el cargo de ministro para la Ilustración Pública y Propaganda del Tercer Reich entre 1933 y 1945. Uno de los colaboradores más cercanos de Adolf Hitler.​ 

Goebbels fue conocido por su dominio de la oratoria,​ profundo antisemitismo que se ponía de manifiesto en sus declaraciones públicas y respaldo a una discriminación racial más progresiva que, entre otras cosas, acabaría dando lugar al exterminio de los judíos durante el llamado Holocausto.

En su teoría de la propaganda Goebbels decía que él y sus asociados podían planear y ejecutar la propaganda tan sólo con la constante referencia a la información existente.

Goebbels afirmó que la propaganda debe influir sobre la política, sobre la acción del enemigo  y sobre la acción social. 

La misma propaganda está considerada arma de guerra, pero Goebbels nunca empleó una “guerra psicológica”.

La filosofía de Paul Joseph Goebbels​ se convirtió en "principios militares", dos de sus más perversas afirmaciones fueron:

"Las mentiras eran útiles cuando no podían ser desmentidas".

“Es más importante que un propagandista ayudase a planificar un acontecimiento que a razonar uno que ya hubiera tenido lugar”.

Goebbels nunca manifestó explícitamente si, en su opinión, ciertos medios de comunicación eran o no más apropiados que otros en lo referente a presentar una determinada propaganda. Para él  "Sólo la credibilidad debía determinar si los materiales de la propaganda han de ser ciertos o falsos".

Aunque se sabe que Goebbels estaba muy interesado en dominar la radio, que para entonces era un nuevo medio de comunicación de masas.

Goebbels citaba naturalmente las pérdidas enemigas, siempre que le era posible y siempre y cuando los alemanes no se mostraran confiados en exceso. Sólo en una ocasión alabó a los alemanes por haber resistido al enemigo durante tanto tiempo. 

En general, parece ser que la técnica principal consistió en desplazar la agresividad alemana hacia un grupo marginal.

Goebbels no tenia el menor escrúpulo respecto al uso de la censura 

“La política de las noticias es un arma de guerra; su propósito es el de hacer guerra y, no el de dar información”. 

Goebbels reconocía, primero que a menudo la censura de un articulo podía deteriorar la credibilidad y consideraba que “en tiempos de excitación y extinción, el hambre de noticias debe ser satisfecho como sea”. 

Cuando el ministerio de asuntos extranjeros censuraba noticias que el juzgaba importantes, se quejaba de que “con esta clase de política empujamos al publico alemán a escuchar las noticias radiadas extranjeras y enemigas”. 

Un claro ejemplo de cómo se manejaba la información en plena Segunda Guerra Mundial fue que "la política usual" consistía en suprimir materiales considerados como indeseables para el consumo alemán, pero emplearlos simultáneamente en propaganda exterior si eran apropiados al respecto. 

Como las historias referentes a un supuesto canibalismo por parte de los soviéticos eran difundidas en países extranjeros, pero semejante material estaba proscrito en Alemania para que no aterrorizara a aquello cuyos familiares estaban luchando contra los rusos. 

Otro ejemplo de su perversa manipulación de la información fue:

En 1933, Hitler firmó el llamado Reichskonkordat, un tratado con la Santa Sede que obligaba al gobierno respetar la independencia de las instituciones católicas y prohibía la participación del clero en la política.

Sin embargo, el gobierno continuó interviniendo a las iglesias católicas y tratando de debilitar su influencia en la sociedad. 

Entre 1935 y 1936, cientos de sacerdotes, monjas y líderes laicos fueron arrestados por cargos de contrabando de divisas o crímenes sexuales.

Goebbels difundía supuestas pruebas en cada declaración a la prensa y describía cada caso de la peor manera posible

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