Fuga de Reinas: la fallida road movie de Martha Higareda Por Mario Maldonado

Fuga de reinas es una mala película en Netflix que no termina de cuajar. Si bien se intenta empoderar a la mujer, ya sea casada, soltera, divorciada o juntada; la historia tiene muchos desaciertos.

El talento artístico es mediano:

Paola Núñez y Martha Higareda resultan los rostros más conocidos, mientras que el reparto masculino, las parejas de las protagonistas, son simples actores de reparto.

Parecido a como vimos en la película “Por la libre”, el personaje de Paola Núñez aprovecha el viaje con la intención de liberar en el mar las cenizas de su madre; y en el camino, a las cuatro reinas se les cruza una pareja de narcos quienes inexplicablemente torturan a las protagonistas sin matarlas.

Y lo que alcanzó el absurdo, es que los villanos “secuestran” los restos de la madre de Núñez y, como si fuera película de Hollywood, el carro cincuentero de las protagonistas persigue por la autopista a un Audi donde se desata persecución con balacera.

La historia tiene su clímax de absurdez cuando las cuatro reinas se encuentran con un grupo de hipes marihuanos quienes les dan a comer sopa de hongos alucinógenos y es ahí donde ocurre una escena secuencia tan larga y molesta como es ver a la actriz Alejandra Ambrosi disfrazada de la Virgen de Guadalupe, o los ovarios gigantes de Paola Núñez y una decena de pen-tontadas.

Por último, se presenta en la trama una agente antidrogas disfrazada de prostituta teibolera que da pie a otra escena larguísima y malograda: 

Reinas, policías y narcotraficantes pelean cuerpo a cuerpo, arma con arma, en una balacera que no se la cree ni un niño de tres años.

Si bien, la cinta tiene de 2 a 3 chistes de humor negro que sí funcionan, pero estos no justifican los 90 minutos de una historia que se cae y se cae constantemente.

Higareda, nada tonta, aprovechó su personaje para hacerse arreglos en la cara y así filmar con una cara hinchada por bótox justificando en la cinta que ella es la esposa de un político que está por hacer campaña.

Con chistes escatológicos, chistes malogrados, escenas de mal gusto (las cuatro reinas vomitando) y absurdas balaceras; “Fuga de reinas” es otro churro mexicano que debería de darnos pena que la miren en otros países.