miércoles, 6 de septiembre de 2023

“4TO. Y 5TO. PASO” DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS: UN RELATO. UN RECUERDO

Hace 20 años viví “la experiencia” en el grupo “Jamaica Volver a Empezar”. 

Viene a mi memoria cuando escuché mi primera “junta de preparación”; yo salí, le dije a mi tía, el familiar que me había acercado a la agrupación: 

Estaban actuando, ¿verdad?”

A lo que mi tía me respondió muy rápida y segura que no.

Yo no entendía cómo alguien podría gritar sus intimidades, su dolor, su vida.

Siempre, para muchas personas que fueron por primera vez a estas juntas, fue insoportable oír tanto dolor combinado con tantas groserías y situaciones dolorosas del que las expones. Es “la terapia de anexo” (lo sabría más adelante).

Así fue como, yo y mi mej@r amig@ de la secundaria tomamos el número requerido de juntas y llegó el viernes 23 de septiembre del año 2003 en el que llegamos a la llamada Hacienda

Hoy ya sabemos que el miedo, el frío, el hambre, el sentimiento de abandono llegarían a más en ese lúgubre y a la vez mágico lugar.

El cuarto paso de Alcohólicos Anónimos obliga a:

“Hacer un minucioso inventario de nuestras vidas”

Escribir tu vida. Todos tus pecados. Tus abusos. Tus traumas. Tus resentimientos, ¡claro que es catártico! Hoy, sé que eso también se lo estaba escribiendo a un Ser Superior.

Para hacer “la escritura” debes contestar las preguntas que detonarán lo dicho anteriormente. Sí, después de escuchar gritos, groserías, catarsis de los que pasan al llamado “carril” o “riel” es para muchos lo más difícil y traumático del asunto.

Pero yo en mi redacción pensaba: quieren que escriba mis puterías, pues tendrán mis puterías; quieren que escriba mis pendejadas, pues tendrán mis pendejadas.

Yo me envalentoné gracias a es@ mejor amig@ de la secundaria que quiso ir, y aunque separados, pero los dos no nos hubiéramos animado a ir sin saber que el otro se animó.

Hubo un tiempo en que los grupos de “4to. y 5to. Paso” se pusieron de moda. Por lo menos en la ciudad de México y área metropolitana (el Estado de México), se llenarían de grupos AA y de “haciendas” sobre todo en Chalco, Amecameca y todas las áreas de la salida a Puebla.

También, por desgracia, fue una frecuente en estas agrupaciones que se pelearan entre ellos y se dividieran haciendo "grupos nuevos". Lamentable.

Hoy puedo decir que sí extraño mi grupo. Extraño "las experiencias" y sentirme útil. Extraño escuchar la tribuna, conocer a más gente. Extraño que por un fin de semana podía cambiar la vida de decenas de personas.

Que Dios bendiga a todos los que siguen… y que a nosotros no nos olvide.

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