“Fey: Que Dios te tenga en su Santa Gloria” por: Fernando Martínez

En el año de 1995 conocimos por primera vez a María Fernanda Blázquez Gil (nombre artístico Fey), quien se dio a conocer por un concepto nunca antes visto en México.

  Afirmamos el “nunca antes visto” porque “la fresura” de Fey sólo se puede comparar con la de Paulina Rubio o Thalía de los ´80, pero con los años ellas se alejaron cada vez más de su “imagen timbirichesca y quinceañera” y  prefirieron “venderse” en el mercado discográfico como sexys. Además cuando aparece Fey las ex Timbiriches ya eran demasiado viejas. 

   En 1995 el campo discográfico estaba vacío y Fey lo supo aprovechar.

   Los que manejaron a Fey (léase a Toño Berumen quien ahora trabaja en  Ciudad del Vaticano para el Papa) supieron hacer de ella más que un producto musical vendible. Lograron, tal vez sin proponérselo, hacerla un icono de la cultura POPular mexicana. Su más acertado punto; hacerle creer a la gente que María Fernanda Blázquez era una chavita de 17 años cuando en verdad contaba con 22.

“Aunque el talento lo traía en la sangre debido a que sus padres son músicos, Fey no vio el sueño realizado de ser cantante hasta el año de 1994, cuando tenía 21 años y gracias a su tía Noemí y al empeño creativo de Toño Berumen fue que firmó con Sony Music para la grabación de un disco repleto de sonidos industriales y un pop de lo más europeo e innovador para su época” (1)

   Fey nació el 21 de julio de 1973, así que cuando la opinión pública la conoce  en 1995, ella es una mujer de 22 años. 

   Las especulaciones en torno a su verdadera edad, mas que perjudicarla, “la hicieron agrandarse como a una estrella”, porque sólo de las estrellas se habla así (de mitos y leyendas).

   Los que manejaron a Fey supieron que el mexicano que veía Siempre en Domingo se creería la mentira sobre su edad. (Es que la joven aparentaba muy bien ser menor de edad).

   Fey todavía alcanzó al “México de Raúl Velasco”, el México que no conocía la música bajada de la web, el que daba todo su dinero para comprar un cassette , el que  compró su VHS luego de haber pagado un boleto por verla en concierto desde el Auditorio Nacional.

    Recordamos muy bien que el señor Velasco todavía  nos alcanzó a regalar a: Ricky Martín, Mercurio, Enrique iglesias y por supuesto a Fey, los cuales se dieron a conocer gracias a la pantalla de “Siempre Lo Mismo”.

El máximo legado de la cantante a la moda fue que popularizó las camisas de gamuza de manga larga "de cuadritos", hizo que los jóvenes se las amarraran  a la cintura como ella lo hacía. Fey se convirtió en ícono de la cultura popular mexicana porque niñas, niños,  adolescentes, hombres, mujeres, quimeras, y hasta los universitarios, vistieron cómo ella; de pantalón tipo sastre a cuadros, con colores pastel y tenis.

Logró transformar los usos y costumbres del mexicano al vestir.

   En 1997, 1998 y 1999 fue su época dorada, sus fanáticos la sentía inalcanzable. (Quién iba imaginar que hoy hasta te la puedes encontrar en cualquier estética de la colonia Polanco en "la ex ciudad de la Esperanza").

Pero  murió Emilio Azcárraga Milmo y con él empezó el principio del fin.

   Fey terminó cansándose de la fama que, como un fantasma, siempre la persiguió hasta el último de sus días. Ella se dio un descanso, pero el tiempo no perdona, murió Raúl  Velasco y con él sucumbía el México de “la gran familia mexicana”.

En el año 2002 la cantante agonizaba con su sencillo: “Sé lo que vendrá”...

   ...Y lo que vino fue que en el 2004 un doctor frankenstein trató de resucitarla con "un tributo" al grupo español Mecano, pero ya era demasiado tarde, Ella había muerto.

   El poner a Fey en el cuerpo de Mecano fue como poner la cara de Santiago Creel en el cuerpo de Andrés Manuel López Obrador. 

                          ¡Crearon un monstruo!

Hoy Fey “se nos ha ido”, sólo nos queda recordarla, rezar por ella, pedir por el México que se quedó sin ella.

Ella nos demostró que lo fresa siempre vendió y vendió muy bien (pregunten a Editorial Televisa cómo se hizo multimillonaria con la venta de la revista Eres) y es que, aunque lo nieguen, los jóvenes y las jovenas aspiran a ser “niños bien”.

    Fey, en donde quiera que te encuentres, gracias por acompañar a los jóvenes "a pasar" del PRI al PAN bailando “muévelo” y cantando “azúcar amargo”. Esos mismos jóvenes que votaron por Fox te lo agradecen.

    Gracias por recordarnos que vivimos en un país incongruente, porque nos “sentimos muy malos” pero cuando tocaban tus canciones en la radio todos se preguntaban:

 ¿Quién es esa chava que canta la "media naranja"?

   Cuando ibas a “Pacatelas” el Mike de las tortas y sus comensales, calladitos volteaban a la tele para contemplar cómo bailabas y hacías playback.

    Fey, no sólo hiciste que todo una generación te imitase, sino que también lo intentaron muchas niñas soñadoras de los pasillos de Televisa. (Anahi, Linda y  Litzy). Ni Tatiana ni Angélica Vale "te llegaron a los talones", ¡y con todas sus influencias!

    Algunos de tus detractores te tacharon de superficial, de banal, de música prefabricada, incluso hasta tus amigas no reconocían tu voz ecualizada. Pero hoy, como hace unos años, les recordamos que sí, que eso fue parte de tu naturaleza. Fey así vivió y así murió, como "la Chester Chetos de la música", los seguidores la sobre-valoraron y los intelectuales al contrario.

    Sin embargo todos "izquierdosos" y "derechosos" han comido alguna vez Chetos, un clásico de la comida chatarra. ¡Y aaah qué rico saben!

Con información del sitio oficial de Fey

http://www.fey.com.mx