NI MODO: HAY QUE REESCRIBIR LA HISTORIA DE OMAR GARCÍA HARFUCH Por Fernando Martínez

Los del partido oficialista deben modificar los antecedentes de Omar García Harfuch si lo quieren vestir de blanco y virginal y mostrar en él un candidato impoluto a la jefatura de gobierno de la CDMX. 

Los del partido guinda tienen que reescribir la historia del 68 para no decir que el abuelo de Omar García Harfuch estuvo ahí; reescribir la “Guerra Sucia” para que no digan que el papá de García Harfuch estuvo ahí; reescribir “la verdad histórica” de Ayotzinapa para no decir que el propio García Harfuch estuvo ahí; y reescribir la vida de Harfuch para que no digan que fue el discípulo del ex secretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna.

15 veces al día López Obrador mencionaba a García Luna en sus “mañaneras”, ahora se calla. 

En lo que va de su precandidatura a Omar García Harfuch “le han dado buena prensa”, él es garantía de rating, es un “fenómeno peñanietista” porque en cualquier evento, cuando pasa Harfuch las mujeres le gritan “¡hazme un hijo!”.

A lo mejor, Claudia Sheinbaum Pardo vio en Harfuch el prototipo de político que agrada a las clases privilegiadas del país; pero quizás ella no midió que los morenistas acérrimos lo iban a repudiar por su pasado fifí, neoliberal y “GarcíaLuenzco”. 

Volteamos a ver a la pobre Clara Brugada que ya sentía la candidatura en la bolsa, y es obvio, que la futura candidatura de García Harfuch está causando indigestión en los bandos duros de MORENA, ahora ellos están en rebeldía, y si lo dejan pasar, le van a declarar la guerra con todo el arsenal del morenismo duro que existe en Iztapalapa y en varias alcaldías de la Ciudad de México. 

Y mientras nos hacemos una pregunta: 

¿Hugo López Gattel es “fuego amigo” o ego incontrolable?

Pueden ser las dos cosas: 

La candidatura de Gattel a la jefatura de la CDMX puede ser una estrategia de AMLO para darle chorrillo a sus enemigos.

A lo mejor, López Gattel sí cree que hizo un buen trabajo durante la crisis de salud. Algunos analistas han dicho, de forma muy seria, que el Doctor Muerte es candidato… pero al bote.

Mientras, no sabemos si el presidente de México realmente simpatice con el ex subalterno de Sheinbaum, no sabemos si AMLO le hubiera gustado mejor Brugada o el Gato. Pero AMLO, como cualquier pastor fanático de iglesia protestante, siempre ordenará a sus seguidores seguir sus valores. 

AMLO pontifica y enseña qué es la moral, qué es la justicia y dónde está, quiénes la sustentan y quiénes no; qué es corrupto y qué no; quién es indígena y quién no; cuándo intervenir en un gobierno extranjero es correcto y cuándo no es correcto.

Si AMLO no quiere contrariar a su amada Claudia tendrá que “venderle” bien a los de su partido la candidatura de Harfuch que es la segunda candidatura más importante del próximo año.