En Venezuela no existe institucionalidad real ni poderes públicos autónomos. No hay separación de poderes, y toda la balanza está inclinada hacia un solo lado: el zurdo.
Pretender jugar en el tablero del régimen es un error histórico que sólo perpetúa a los mismos de siempre en el poder.
OPOFICCIÓN.
Porque, en todas las oportunidades que han tenido, han traicionado la causa.
Ustedes saben muy bien de quiénes hablo: los mismos de siempre, los que han traicionado al pueblo venezolano desde el inicio del chavismo. Los mismos que entregaron o vendieron a cientos de civiles y militares, como el capitán Juan Carlos Caguaripano Scott.
Francisco Arias Cárdenas, Manuel Rosales, Henrique Capriles, Henry Ramos Allup, Omar Barboza, Julio Borges y Juan Guaidó.
Y ahora nos quieren convencer de que debemos creerle a María Corina Machado y a Edmundo González, ambos parte de esa misma coalición de partidos de centroizquierda llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), controlada por los mismos traidores y otros que operan desde las sombras.
Han sido 25 años de un sistema corrupto, ligado al Foro de São Paulo y a la Internacional Socialista. Lo único que han logrado es mantenerse en el poder, robándole a los venezolanos sus libertades fundamentales, sus valores, su cultura, sus riquezas, sus tradiciones, su esperanza y su patria.
La solución no puede ser convencional. Creer que Maduro y su régimen dejarán el poder por la vía democrática no es más que una ficción.
A una tiranía no se le derrota con acuerdos ni elecciones amañadas; se le enfrenta con fuerza.
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Sólo con determinación y acciones concretas se podrá derrotar a los siniestros narcos y criminales que han secuestrado a Venezuela.
Como dice el dicho: “Si vas a hacer algo, hazlo bien.”
A un régimen tiránico no se le desaloja con sus propias fichas permitidas, cohabitantes o cómplices, sino con patriotas que entienden muy bien lo que el pueblo venezolano ha sacrificado y lo que ha sufrido, patriotas valientes que estén dispuestos a entregarlo todo por su patria, incluso su propia vida.
Sólo ese tipo de venezolanos lograrán liberar a Venezuela, enfrentando con valentía los desafíos que el camino de la libertad les demande.
Si Venezuela no es una democracia, entonces el conflicto no se va a resolver por la vía democrática con politiqueros de izquierda que solo son buenos para el pan y circo. 🤡
Este conflicto solo se resolverá con patriotas de verdad, con una resistencia firme, porque sólo ellos tienen la energía y la convicción de acabar con el problema de raíz.
Por la libertad de Venezuela, que se haga justicia.
¡Viva la libertad y que muera la tiranía!
¡Arriba Venezuela!
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