El ser humano no vive en un universo puramente físico sino en un universo simbólico: Lengua, mito, arte y religión, son los diversos hilos que componen el tejido simbólico. Cualquier progreso humano en el campo del pensamiento y de la experiencia refuerza ese tejido.
Así pues, la expresión en latín animal symbolicum comprende todas las formas de la vida cultural del hombre.
Y esto es un cambio radical de dirección: la capacidad simbólica distancia al homo/sapiens del animal.
Pero a diferencia, dice Giovanni Sartori, el Homo-videns es una persona que no entiende signos abstractos y le es más fácil vivir con conceptos concretos.
Y para el autor es la televisión la culpable.
LA IMAGEN MIENTE
Se cree todo lo que le pasan en la tv. por el sólo hecho de pasar por un medio de comunicación. Porque el conductor te ve a los ojos gracias a un teleprompter.
La mayoría de la sociedad no analiza que este medio está hecho por humanos, y los humanos se equivocan, tienen intereses (humanos).
Al perder la capacidad de abstracción perdemos también la capacidad de distinguir entre lo verdadero y lo falso.
EL VIDEO-NIÑO.
Un video-niño para Sartori es el que está enajenado con los conceptos que le maneja la televisión debido a que convive con ella mucho ante de entrar a la escuela.
Dice el analista en su libro:
"A los niños se les acostumbra a que entiendan con base a imágenes y los videojuegos son otro ejemplo claro que las imágenes invaden sus sentidos." (1)
El niño formado en al imagen se reduce a ser un hombre que no lee, y por tanto la mayoría de las veces, es un ser “Reblandecido por la televisión”. (3)
¿Este niño se convierte algún día en adulto?Naturalmente que sí, a la fuerza (dice Sartori), pero se trata siempre de un adulto sordo de por vida a los estímulos de la lectura y del saber transmitidos por la cultura escrita. Los estímulos ante los cuales responde son casi exclusivamente audiovisuales.
Esto último nos recuerda a la tesis del politólogo Agustín Laje, en la cual sustenta en su libro: "Generación Idiota" de que la sociedad del Siglo XXI es una sociedad adolescéntrica; no nos conviene ser niños, pero tampoco nos conviene ser adultos.
INTERNET
El investigador italiano afirmó en 1997 que la internet es menos enajenante que la televisión debido a que maneja la interactividad:
"El cibernauta puede buscar información, cultura, educación"(4), y por supuesto pornografía.
Sartori mencionó que internet es de una interacción mayor a la televisión ya que el cibernauta interactúa con la computadora y en cambio en televisión no tiene otro remedio que digerir la información que se le envía a través de los diversos canales que el recibe.
Pero después Sartori es crítico con LA WEB, pues afirmó:
"Maneja una realidad que no existe y se vuelve ficción en la pantalla de la computadora.
Los cibernautas 'comunes' corren el riesgo de perder el sentido de la realidad, es decir, los limites entre lo verdadero y lo falso, entre lo excitante y lo imaginario."(5)
Y Sartori plantea el siguiente problema:
“Para ellos (los niños) todo se convierte en trampa y manipulación y todo puede ser manipulado y falseado. Las realidades virtuales son juegos que no tienen probabilidades de convertirse en realidades materiales" (6)
La televisión nos muestra una realidad que nos atañe de verdad, mientras que el cibermundo nos enseña imágenes imaginarias.
LA OPINIÓN TELEDIRIGIDA
“Las noticias televisivas influyen de un modo decisivo en las prioridades atribuidas a los problemas nacionales y a las consideraciones según las cuales valoran a los dirigentes políticos”. (7)
“La televisión influye más y especialmente cuanto más débil es el periódico”. (8)
Un ejemplo que nos da Sartori es que dos niñas en Italia, de trece a catorce años, se escaparon de su casa, y la televisión convirtió el hecho en una novela de suspenso sobre un rapto vía internet.
"Lanza entrevistadores a todas partes. Y vemos sin descanso imágenes de puertas, ventanas, calles, automóviles, que en general. Son de archivo destinadas a llevar el vacío de penosas misiones igualmente fallidas; la televisión con tal de vender y de contarnos historias nos pone imágenes absurdas, tontas, y a veces sin sentido" (9), dijo el investigador.
Giovanni Sartori en el libro Homo-videns nos dice que opinión publica es el conjunto de opiniones que se encuentra en el publico o en los públicos.
Cabe destacar que es correcto decir “opinión”:
Opinión es doxa, no es episteme, no es saber y ciencia; es simplemente un “parecer”, una opinión subjetiva para la cual no se requiere una prueba. Las matemáticas no son una opinión y si lo analizamos a la inversa una opinión no es una verdad matemática.
LOS SONDEOS
El problema de los sondeos es que las respuestas dependen ampliamente del modo en que se formulan las preguntas (y por tanto de quien las formula) y que, frecuentemente, el que responde se siente “forzado” a dar una respuesta improvisada en aquel momento.
Aristóteles decía que en la mitad de la pregunta está la mitad de la respuesta.
Es decir que, cuando yo pregunto: ¿si me paseo por la azotea con los ojos vendados me voy a caer?, es posible que me caiga.
De hecho la mayoría de las opiniones recogidas por los sondeos es:
A) DEBÍL (no expresa opiniones intensas, sentidas profundamente)
B) Volátil (puede cambiar en pocos días)
C) Inventada en ese momento para decir algo (si se responde no se puede quedar mal ante los demás)
D) Produce un efecto reflectante, un rebote de lo que sostienen los medios de comunicación.
Sartori dijo que durante la candidatura de George Bush un sondeo de septiembre de 1988 dio como resultado que cuando el nombre de Dukakis (el candidato demócrata compitiendo a la presidencia con Bush) se mencionó en primer lugar; Bush (su antagonista republicano) se ponía doce puntos por debajo; un resultado que se reducía a cuatro puntos cuando se decía primero el nombre de Bush.
¿Y LA DEMOCRACIA?
La aldea global.
La expresión “aldea global” la acuñó acertadamente Marshal McLuhan (1964-1968), el primer autor y el que mejor nos hizo comprender el significado de la era televisiva.
Precisamente por su ambigüedad la televisión tiene potencialidades globales en el sentido que anula las distancias visuales.
Otro gran factor imitador es el coste; el periódico recibe sus noticias de una agencia, saber lo que sucede en el mundo no le cuesta nada o, en cualquier caso, poquísimo, pero desplazar a un equipo televisivo sigue costando más que mantener la redacción de un diario.
La tv. hace que nosotros acojamos causas que no son nuestras y tomarlas como si lo fueran.
"¿La televisión promueve una mente “empequeñecida (aldeanizada) o una mente “engrandecida” (globalizada)?:
No hay contradicción en la respuesta: a veces una y a veces otra." (10)
(1) Sartori, Giovanni. (1997). Homo Videns. La Sociedad Teledirigida. Editorial Taurus. México.
(2) Ídem.
(3) Ídem.
(4) Ídem.
(5) Ídem.
(6) Ídem.
(7) Ídem.
(8) Ídem.
(9) Ídem.
(10) Ídem.
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