Para
Fernando Soler
La
Alteza Serenísima del Cine Nacional
Firmas
ya no Don Andrés Manuel
Oído
en el PRD
Las películas del
Genio hablantín:
Ismael
Rodríguez Ruelas
Pedro
Infante Cruz
(17 de noviembre de
1917, Mazatlán, Sinaloa
15
de abril de 1957, Mérida, Yucatán)
son los
que más personajes han dejado
en el ahora llamado
Imaginario Colectivo:
Pepe
el Toro, Tucita,
Chachita, El Coyote, La
Tostada y la Guayaba, Los Tres Huastecos; La Chorreada,
Chabela, Bobie Galeana, Los Tres García, El Ata, El
Camellito; El Tuerto… hasta detenernos en
el que hoy
nos ocupa:
Don
Cruz Treviño Martínez de la Garza
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Fernando Soler (Fernando Díaz Pavia)
(24 de mayo de 1896, Saltillo Coahuila
24 de octubre de 1979, Ciudad
de México)
Creado por
la mente brillante y pluma
genial de Ismael para
las películas:
La
oveja negra que es
la mejor de todos
los tiempos y
No
deseará la mujer de tu hijo
ambas de 1949.
Don Cruz es
la imagen del padre
autoritario y
del machismo llevados al límite entre
el drama y la caricatura, porque
está lleno de clichés.
Situado a finales de
los 40, tiene entre 50
y 55 años muy bien
vividos y gracias
a su:
Porte, encanto,
simpatía, carisma y
el dinero que genera
la hacienda propiedad de
su esposa Bibianita (Dalia
Íñiguez) muchas mujeres quieren con
él y tiene varios
ahijados (hijos naturales) regados por
la comarca.
Por supuesto es:
Borracho, mujeriego, jugador,
desobligado
Pero lo
que lo hace único
en su género
es lo exagerado de
sus acciones que lo acerca al
llamado grand guiñol, en el
cual los personajes se comportan como marionetas y claro está,
sus frases;
¡Háganse a un lado!
¡Ya llegó su padre móndrigos!
¡Cállate mequetrefe!
Yo creo que soy el
Diablo compadre; pero un pobre diablo
Y la frase que lo pinta de cuerpo entero y es el final de
La
oveja negra:
Si no
fuera tu padre
te pediría perdón; pero
mijo:
¡Yo te perdono!
Entonces parafraseando
a Pedro
Soria Díaz:
Cruz Treviño Martínez de la Garza
es un personaje:
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