jueves, 23 de marzo de 2023

LA NOSTALGIA POR WESTLIFE Por Mayra Villanueva

Las boybands, podríamos decir, “nacieron” con el éxito que tuvo New Kids on the Block. Y su segundo auge fue a finales de la década de los 90 y principios de los años 2000.

NSYNC, Backstreet Boys y la irlandesa Westlife fueron de las boybands que compitieron en el mercado mexicano.

La fórmula ya estaba escrita: 

Muchachos con caras bonitas, haciendo coreografías, vestidos “a la moda”, cantando letras tiernas. No importaba no tener la gran voz; la belleza atrae y es la que más convence. 

Si no nos creen, pregúnteles a los integrantes del grupo Kairo, Garibaldi o Mercurio.
Y Westlife, no fue la excepción

Ellos fueron una banda noble, inocente, sin escándalos. Todos guapitos, algunos más que otros y, como el grupo Magneto, donde Alan (Erick Ibarra Miramontes) tenía la mejor voz y siempre monopolizaba la cámara; en Westlife, Shane Steven Filan era el líder vocal, quien cantaba más entonado mientras los demás le hacían el coro.
Y aceptémoslo: los integrantes de esta banda ostentaban una belleza que sólo Europa puede dar, SON PROVENIENTES DE UNA ETNIA que “ni a madrazos” alcanzamos a igualar en nuestro país: son caucásicos.  

Las adolescentes mexicanas se unieron a las británicas para soñar, sobre todo, con Kian Egan, Nicky Byrne y Mark Feehily.  
Desde el inicio de la carrera musical de Westlife en 1998, México fue su bastión y trampolín para acercarse a América Latina; tanto así que grabaron el vídeo de la canción “Fool Again” en el Centro Histórico de la capital mexicana.
Uno de sus mejores sencillos. Una canción romántica, pegajosa, rola que le dio la vuelta al mundo.

En el clip, el director le da varias tomas en full shot a la Catedral Metropolitana, al Palacio Nacional y la explanada del Zócalo. A los cantantes los subieron a un convertible, los pasearon por el Centro Histórico, los llevaron a Las Torres de Satélite y los hicieron caminar por las calles de Madero, con todo y cilindreros.

Westlife fue un buen producto, cumplió con su objetivo comercial: En Reino Unido tuvieron 25 sencillos en el Top 10. Vendió más de 44 millones de álbumes y recopilatorios en todo el mundo, y esto no incluyendo la latinoamericana piratería. 

La agrupación tocó el mercado latinoamericano desde México; ese mercado latino que siempre estará lleno de adolescentes dispuestas a pagar por un concierto, una playera, una taza y un disco.

Westlife a la distancia causa nostalgia. Gracias a YouTube podemos volver a cantar, ver sus vídeos y recordar lo que nos hacían sentir. Ellos confirman la frase que dice que:

“Tiempos pasados siempre fueron mejores”.

Aunque en el 2018 la banda se reunió y comenzó un tour con nuevo material, sólo sus fans siguieron sus pasos. 

Hoy las boybands han pasado de moda, pero parece ayer esos años 80 en las que “fueron inventadas” con la inercia y el éxito que trajo New Kids on the Block

Westlife fue un fenómeno del pop y ya tienen su nombre escrito en letras de oro en este paseo de la fama llamada industria del entretenimiento. 





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