Y sí, “tuvieron su momento”, pero ahora la vida les está cobrando la factura. De una u otra manera la vida los está poniendo en su lugar y, con el paso del tiempo, ellos mismos han sacado su verdadera cara, demostrando con sus acciones quién es quién.
Fue a principios de los 90 que Patricia Chapoy Acevedo se quedó sin empleo tras ser despedida de Televisa por Raúl Velasco que el Periodismo de Espectáculos daba una muestra de cómo les paga a los soberbios de corazón.
Vemos ahora a Juan José Origel, decadente sin credibilidad, que en el fondo no es feliz, y su máximo sueño es irse a España con el joven que “enamoró”.
Atala Sarmiento desterrada. Ella terminó por demostrar lo turbio de las aguas.
Con Atala confirmamos que ese medio del espectáculo está lleno de hipocresía, traiciones y “mala leche”.
No se diga lo que le pasó a Gerardo Alfaro, hoy nadie lo recuerda. Murió y no dejó huella. O Alex Kaffie peleado con Maxine y medio mundo.
Maxine Woodside con su vida desgraciada y hasta demandada por su "querida" Ana María Alvarado.
Shanik Berman loca.
Fabián Lavalle, Esteban Macías y María Luisa Valdés Doria; en un canal de quinta, haciendo programas de quinta.
Vemos también cómo terminó René Franco y Sergio Zurita: olvidados, nadie los quiere, sin rating uno y el otro sin programa de radio.
El que más o menos se sostiene es Horacio Villalobos, pero ya no es el exitoso de los años dos mil.
Por último, echémosle un ojo a cómo terminó Daniel Bisogno: enfermo, desenmascarado porque el que a hierro mata, a hierro muere: y en una sala, en una nota lo desenmascaran ocmo drogadicto, cliente de prostitución de jovencitos y despotricando de su jefa y compañero Pedro Sola.
https://opinaelabogadodeldiablo.blogspot.com/2019/07/el-periodismo-de-espectaculos-se.html
2) En el programa Sale el Sol, el periodista de espectáculos Gustavo Adolfo Infante, declaró que la periodista Pati Chapoy hace brujería.
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