El ejercicio del periodismo de espectáculos es sumamente amplio, como amplias son las opciones que el auditorio mexicano tiene en distintos medios de comunicación masiva, la información de espectáculos se ofrece en canales de televisión por cable, revistas, periódicos, agencias internacionales de noticias, páginas de internet, radio y televisión abierta.
Simultáneamente dentro de estos medios, encontramos, tanto secciones de cinco minutos, como programas especializados en la farándula con una duración extensa.
Hay un abanico de opciones que demuestran que los espectáculos no son 100% “basura”. Ejemplos de que en México se ofrecen dignos espacios para informarse son:
Las estaciones de radio en México DF. que comunican sobre el mundo del jazz; el canal CNN en español que se transmite en todo México a través de los distintos sistemas de cable, que tiene una emisión llamada “Showbizz” e informa desde el cine hollywoodense, hasta cantantes de pop sudamericanos; el programa de radio “La Taquilla ”, cuyo eslogan dice: “con lo más frívolo de la cultura y lo más profundo de los espectáculos”;
el noticiario matutino “Primero Noticias”, cuya sección de espectáculos ha resultado muy exitosa; los periódicos Milenio, Reforma y El Universal los cuales cuentan con su propia sección de espectáculos.
Además de no olvidar esta inmensa variedad de opciones para informarse de lo que ocurre alrededor de cantantes, actores, conductores, cineastas -tanto nacionales como extranjeros- también debemos reconocer que existen periodistas con una alta calidad ética y preparación universitaria.
Javier Poza en W Radio; Mónica Garza en Historias Engarzadas; Horacio Villalobos en MVS y Proyecto 40; Mara Patricia Castañeda en Televisa Espectáculos; Adriana Rivera Melo en Matutino Express; Álvaro Cueva en la sección Hey! de Milenio; Susana Moscatel, también de Milenio y otros más que comprueban que en México, sí hay periodistas de espectáculos que intentan informar de manera ética, con sentido común y sin caer en el escándalo barato.
Sin embargo se refleja en la en la televisión abierta un decaimiento en cuanto a valores éticos. “Ventaneando”, “No lo Cuentes”, “Ellas con las Estrellas”, son los programas especializados en espectáculos cuyos contenidos han sido siempre criticados.
Además sus reporteros y conductores presentan diferente tipo de preparación, su desenvolvimiento periodístico es siempre cuestionable por académicos e investigadores.
Es la televisión abierta mexicana “un foco rojo” en cuanto a buenos contenidos de espectáculos se refiere. La espectacularización parece ser inherente a la TV.
El periodismo es una actividad humana, por lo tanto una actividad cultural, Lawrence Stenhouse declaró:
“La cultura sirve de medio a través del cual las mentes humanas individuales interactúan en la comunicación”[1].
“La cultura propicia la comunicación y el intercambio (interno y con el mundo)…”[3]
Canclini ha expresado en determinadas ocasiones su preocupación por la cultura. El autor habla en favor de una consideración no sólo económica del desarrollo cultural, señala que la cultura y las comunicaciones contribuyen al desarrollo comunitario.[4]
Lo anterior destaca la importancia de la licenciatura que imparte la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Comunicación y Cultura, y es que no podemos entender cultura sin comunicación, y viceversa.
Reflexionando desde Canclini, las grandes sociedades han olvidado la importancia y riqueza de la cultura. Por ello la enseñanza de futuros comunicólogos y periodistas es crucial en cualquier sociedad.
El periodista “No es un historiador…No es un antropólogo…No es un sociólogo…No es un político…En resumidas cuentas el periodista es el que tiene algo de todas esas profesiones, pero no acaba de ejercer plenamente ninguna de ellas.”[5]
Y es que así se describe al periodista; “aprendiz de todo y maestro de nada”.
No se puede negar que en ellas hay trabajo, esfuerzo e innovación que les ha dado un renombre sin embargo existen muchas universidades que ofrecen la licenciatura de comunicación y no hay ni siquiera alguna materia que dote al estudiante “de futuras herramientas” para ejercer el periodismo de espectáculos.
Hoy más que nunca se ve un declive en el periodismo de espectáculos, no sólo en la calidad de contenidos, sino que hasta los ratings han bajado[7] y esto sí preocupa a las grandes empresas televisivas.
Y es que la saturación puede considerarse como causa de las bajas audiencias, ya que todo programa matutino de formato de revista en cada televisora cuenta con una amplia sección de espectáculos, la mayoría de los noticieros también tienen un espacio dedicado especialmente a éstos, sumando obviamente los programas especializados en la rama que se ofrecen al televidente de lunes a viernes y fines de semana, es obvio que el “bombardeo” es demasiado.
Los restantes medios existentes (Tv por cable, Internet, Radio, Revistas, Periódicos) son una amplia gama de opciones para enterarse de lo que ocurre en la farándula mexicana y extranjera, pero también provocan el hartazgo.
El periodismo de espectáculos en México cambió en la última década.
Algunos factores como la internet, la salida al mercado de TV Azteca y TV Notas, la muerte de Emilio Azcárraga Milmo, la expansión de la tv por cable, la gran influencia de los programas norteamericanos con respecto a los nacionales. Todos estos hechos contribuyeron a convertir no sólo al periodismo de espectáculos, sino también al modo de ejercerlo, al periodista mismo.
Se podría asegurar que los medios de comunicación, y las notas de los “artistas” son un negocio que, venden, y venden muy bien.
Según las investigaciones, la revista TV Notas es la publicación de mayor tiraje en México y obviamente la que más dinero pide para colocar publicidad dentro de la misma[8].
A los dueños de esta revista no les iporta qué tienen que hacer con tal de vender su publicación, compran fotos, declaraciones escandalosas, engañan gente, persiguen famosos etc. Todo se el VENDER y GANAR.
José Ramón Fernández comentarista deportivo de gran trayectoria en nuestro país, anunció en el año 2009 su preparatoria técnica en periodismo deportivo, según Fernández es necesario especializar a los estudiantes desde muy jóvenes para que poco a poco se conviertan en buenos periodistas en la rama porque llegan a las redacciones inexpertos.
Lo anterior no es una problemática que no se haya tratado antes, según la Universidad de Guadalajara, la clave para tener buenos egresados de comunicación y periodismo está en:
“…Establecer a nivel preparatoria, materias optativas relacionadas con comunicaciones, que fueran exigibles para quienes eligen el bachillerato de Ciencias con miras a ingresar a las escuelas de periodismo”[9].
Otra de las soluciones para mejorar el trabajo periodístico podría ser el ofrecer una maestría o posgrado en periodismo especializado en espectáculos, (ya hay en deportes, política, economía) y someter “a los reporteros” que ya estén cubriendo dichas fuentes a esta maestría.
¿Sueños guajiros? ¡Se vale soñar!
No es que esté a favor de la especialización pero urge desde las universidades, desde los planes de estudio, desde los maestros, desde la academia misma, reformar la enseñanza, ya que en la práctica no se demuestra.
Y es que “el dilema de la enseñanza actual en escuelas de periodismo prevalece en relación a una metodología de carácter práctico…el para qué de la enseñanza”[10].
Hay variedad de materias, objetivos e ideologías que las universidades ofrecen a los que desean prepararse en el área de la comunicación. [11]
Diferentes escuelas tienen dentro de sus planes de estudio el tema de la ética, pero en la práctica se vuelve ambigua, relativa, obsoleta, inmersa entre tantas materias de radio, televisión y cine.
Merece pensarse por qué no implementar una materia o taller que especifique cómo ejercer la ética siendo periodista de espectáculos.
De la Escuela de Periodismo Carlos Septién García han egresado algunos periodistas señalados como “amarillistas”: Pati Chapoy, Martha Figueroa, Gustavo Adolfo Infante, Matilde Obregón (ex directora de TV Notas).
Ocurre algo diferente en los periodistas que están colocados en otras ramas como; Raymundo Rivapalacio (Milenio), Mari Carmen Cortés (Radio Fórmula), Guillermo Ortega Ruiz (Grupo Imagen) David Páramo (Proyecto 40) y de Fernando Shuatrz (ESPN), por citar algunos ejemplos de egresados de esta escuela que le han dado prestigio.
Que a un estudiante se le dé una “embarrada” de: TV, Radio, Periodismo, Redacción, no es suficiente; en la práctica el alumno, ya sea de Periodismo o Comunicación, termina su carrera muy vulnerablemente, llega a la redacción de cualquier medio periodístico sin saber definir qué rama trabajar y termina aceptando la que se le da porque no hay de otra. Y es que en México uno toma lo que hay y no lo que uno quiere.
En un acercamiento con estudiantes de las Universidades: Iberoamericana, Autónoma Metropolitana y Autónoma de la Ciudad de México, se comprobó que la mayoría de los encuestados, por razones de dinero, sí aceptarían trabajar para los programas de espectáculos, incluso los que calificaron como pésimo estas emisiones.[12]
Después de hechas las encuestas, en las tres universidades, los alumnos seguían debatiendo. Una alumna de la Universidad Iberoamericana le dijo a otra;
“Güey no le voy a decir a mi mamá: No veas a Pati Chapoy, léete a Michel Foucault”[13]
Existen dos valores primordiales que todo periodista debe practicar; verdad y ética[14], dos valores muy complejos, a veces relativos, abarcan muchas acepciones y aspectos, son fáciles de pronunciar pero muy difíciles de llevar a la práctica por los miles de factores que intervienen en cada noticia.
Se habla de aplicar la verdad aunque ésta provoque en los receptores de la noticia una consecuencia negativa[15], se habla de verdad, pero sabemos que “hay muchas verdades”, la verdad no siempre le da al mundo un bienestar común, sino está acompañada de un propósito para generar progreso[16].
No basta con ser un hábil reportero, como Laura Suarez (2002; TV Azteca)quien puso al descubierto lo sucedido en torno a Gloria Trevi y Sergio Andrade, no podemos negarle su labor y trabajo periodístico, lo que siempre será cuestionable es la manera en cómo se ocupó su investigación para linchar mediáticamente a la Trevi y Andrade, hay que recordar que esta reportea inventó el término “el clan Trevi-Andrade”.
¿Por qué bautizarlos como clan? Pati Chapoy supo ocupar muy bien este caso a su favor.[17]
“Hay algo educativo en la censura de la Chapoy a la infidelidad, a la prostitución...ella es la consciencia del pueblo, lo que reprueba ella es lo que la gente tiene que reprobar. Ese es el mensaje que según Jeronimo Repoll (Profesor investigador de la Academia de Comunicación y Cultura de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México) conductores de espectáculos lanzan al imaginario social.
Y es que para el académico “El medio rey es la televisión… En México y en el mundo, de ahí nace la oferta y luego se desprende el morbo y los usos que la audiencia le da a estos programas”[18]
Pero ¿por qué tienen tanto éxito los programas de espectáculos? Se le preguntó al académico Jerónimo Repoll, él atribuye múltiples razones y afirmó que en México:
“Todo se espectaculariza pero no todo es espectáculo…Vivimos en sociedad y nos da felicidad hablar del otro[19]
Los factores son muchos, según Repoll es:
“El retraimiento del espacio privado, no hay noticias buenas, las condiciones estructurales de la sociedad mexicana, la inseguridad, ya no confías en nadie, estás solo en una gran jornada laboral. Lo económico, no tienes dinero para ir al cine, al teatro.
El tiempo, estás una hora encerrado en tu coche por el tráfico, llegas y no tienes la tranquilidad para leer en el hogar, así que se vuelve un programa común para toda la familia.
Y en esos términos, el morbo, la identificación, la proyección, el querer ser como la actriz de moda, son múltiples razones por las cuales prefieres encender la televisión, además del gusto y el placer de ver al actor de moda. Hay múltiples dimensiones por qué el hombre lee TV Notas, por las chicas en bolas, la mujer será por el drama de José José; el ama de casa piensa: Si a esta mujer que está buenísima le pasó, a mí también mi marido me puede ser infiel, el drama social. Si no eres iletrado, es por el tráfico y que llegas a tu casa reventado es difícil leer un libro lo más fácil es la tv”.
El académico apoya la idea de que en México no hay cultura de revista consolidada, se lee en el doctor, en el súper, tal vez no se compre pero sí se lee en el super, se hojea[20].
Para Repoll deben haber más estudios al respecto del por qué vemos lo que vemos:
“Sin embargo el dato es cierto, esos programas se consumen. No hay mucha investigación sobre los programas de espectáculos sobre por qué la gente consume TV y Novelas, podemos tener muchas intuiciones del por qué se lee y se consume, pero certezas creo que no hay muchas”[21].
Otra de las ideas es que el espectáculo ha permeado todo y hay pocas opciones.
“Si el 80% es espectáculo en la tv, es un problema social, como no vamos hablar de la Guzmán si es lo único que hemos consumido toda la semana incluso fue portada de la jornada, salió con López Doriga, con Origel y también en Reforma”[22].
Otro de los factores que impulsan un periodismo de espectáculos sensacionalista y no se deben dejar pasar (son dignos de una tesis y que por espacio no se podrán analizar más profundamente), es el morbo que todos los seres humanos tenemos, el nivel de “4to. de primaria” que la mayoría de los mexicanos posee y que no permite distinguir los valores que en verdad “hacen valioso” (valga la redundancia) un producto comunicativo.
Repoll niega la responsabilidad absoluta de las universidades, en cuanto a que un alumno no se desempeñe eficazmente en el campo del periodismo al finalizar sus estudios. Para él, un punto importante es el talento, las ganas y actitudes que cada individuo posee.[23]
El académico Jeronimo Repoll tiene razón, en definitiva las universidades marcan tendencias pero nunca serán garantía de éxito, ética y buen desempeño profesional al concluir los estudios en las mismas. El haber estudiado en una institución de prestigio jamás “será ley” al 100% que todo el egresado cumplirá al pie de la letra con los planteamientos que el periodismo menciona.
Son la familia, la religión, los amigos y el contexto social quienes influyen para que el futuro periodista decida aceptar o no un soborno, trabajar para Pati Chapoy u otros.
Vemos entonces como existen otros factores, no es solamente el aspecto académico, se aclara que no son las universidades las únicas responsables de la deficiencia del periodismo de espectáculos, pero ellas sí deberían ser el primer lugar en dónde el alumno aprenda de valores, y sobre todo, conseguir llevar a la práctica la ética “sin tanto choro” que a veces se queda en “letra muerta”.
O buscar otras alternativas académicas como maestrías especializadas o como ya se mencionó, el reconocido comentarista deportivo José Ramón Fernández pensó en el “Bachillerato Tecnológico en Comunicación”[24] con la “especialización en periodismo deportivo. Fernández demuestra inteligencia si hablamos de que está atacando un mercado fértil.[25]
Los programas de espectáculos de televisión abierta hoy tienen bajo rating, eso es un hecho, es curioso como la caída de audiencia de Ventaneando venga acompañada de la popularidad y gusto por las canciones de la Trevi.
Se comprobó el poder de influencia sobre la opinión pública de varios conductores, por un tiempo pero el mismo tiempo demostró que una vez más este país no tienen memoria. Y tal vez Pati Chapoy haya decaído con su influencia en la opinión pública a falta de credibilidad.
Pero aún así los institutos escolares no deben dejar de “ver este cacho de realidad”. Los programas de espectáculos de la televisión abierta son un campo académico y periodístico, muy poco estudiado, no se ha problematizado, ni investigado, “un nicho vacío” para los estudiantes de comunicación, y es que si no son las universidades las que se acerquen a esta realidad otras instituciones no acreditadas lo harán (recordemos que la Iglesia Católica ha creado “A favor de lo mejor” institución que demanda calidad moral en los medios de comunicación).
Mejor la Iglesia ha demostrado tener cierta sensibilidad ante lo que ocurre en las pantallas televisivas que las universidades, las cuales son las que deberían ser las primeras en estar comprometidas en abordar el tema para mejora de la sociedad en la cual se encuentran inmersas.
[1] Lawrence, Stenhose.(1997). Cultura y Educación. Ed. MCEP, Sevilla. Pág. 43
[2] Profesor distinguido y Director del Programa de Estudios sobre Cultura Urbana, de la Universidad Autónoma Metropolitana.
[3] Conferencia para el Seminario sobre Cultura y Desarrollo, en el Banco Interamericano de Desarrollo, Washington, 24 de febrero 2005.
[4] Ídem. Pág. 6.
[5] Pepa, Roma. (2000). Periodista de Profesión. Ed. Punto de Referencia. Pág. 93.
[6]Las que ahora imparten dicha carrera en la ciudad de México son: la Escuela de Periodismo Carlos Septién García (EPCSG), la escuela en Periodismo y Arte en Radio y Televisión (PART).
[7] El Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística en México (IBOPE México) es la institución facultada para medir los índices de audiencia de la televisión en toda la república, IBOPE reportó en octubre 2009 una decaída en números de los programas Ventaneando de TV Azteca y NX de Televisa.
[8] Datos de la Revista “V Yasa”. Líder en difusión de medios. Edición 58. México D.F. 2007.
[9] Docencia, Publicación de la Comunidad Académica de la Universidad de Guadalajara. Aspectos Metodológicos Para la Docencia del Periodismo. Ed. Difusión UAG. Pág. 55
[10] Ídem. Pág. 53
[11] Ver anexo I.
[12] Ver anexo II copias de algunas encuestas hechas a estudiantes de comunicación de las 3 mencionadas universidades. nota: encuestas hechas en noviembre 2009, para la materia de Metodología cuantitativa
[13] Cometario hecho en una aula de la Ibero. Después de aplicar la encuesta con un grupo de 4 estudiantes de octavo semestre de la licenciatura de comunicación.
[14] No necesariamente son los únicos pero hablaremos de estos por ser los más trillados en los planes de estudio de las universidades.
[15]Raúl, Rivadeneira Prada. (1996). Periodismo. La teoría general de los sistemas y la ciencia de la comunicación. Ed. Trillas. México. D. F. pág. 88.
[16] Emilio, Filippi. (1997). Fundamentos del Periodismo. Universidad de Miami. Florida, Estados Unidos. Ed. Trillas. Pág. 27.
[17] Ver anexo III
[18] Profesor de la Universidad Autónoma de la Cuidad de México. Con estudios en la Universidad de Barcelona, España. Entrevistado en Octubre 2009
[19] Ídem.
[20] Ídem.
[21] Ídem.
[22] Ídem.
[23] Ídem.
[24] Cabe aclarar que en la ciudad de México sólo había 2 bachilleratos tecnológicos. “Colegio Carnegie” y “SECS”. Fuente: Dirección General de Escuelas Tecnológicas de Educación Media Superior incorporadas a la SEP. (DEGETI).
[25] Ídem.
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