“Pluralidad de significados de un mensaje, con independencia de la naturaleza de los signos que lo constituyen.”
La creación del término polisemia se debe a M. Bréal, quien acuñó el concepto derivando las palabras griegas:
“Polys” (numeroso) y “Semión” (significación)
y lo aplicó al fenómeno de la comunicación, por el que una palabra tiene diferentes significados.
El ser humano aplicó este concepto en muchas partes de su vida. El comunicador "hace" y "dice cosas" que pueden tener varios significados al mismo tiempo.
Los signos visuales y verbales utilizados en los medios de comunicación generan pensamientos y emociones en el receptor que interpretará según sus experiencias. De esta forma, el mensaje puede obtener o no la respuesta del espectador deseada por el emisor.
La significación del mensaje es polisémico.
Sí, pero tiene un límite.
Por ejemplo, la Cruz Roja:
Supongamos que LLEVAMOS este símbolo a una isla cercana al continente africano, donde el cristianismo ni la cultura occidental ha impactado.
A los habitantes de dicho lugar no les podrá representar mucho este símbolo. Para otros podría ser una la cruz de Cristo, la cruz del cristianismo, la cruz de la muerte y sepultura en un panteón; pero nunca alguien podrá decir que para él o ella significa un elefante.
Así, el signo (en este caso la cruz roja) sí es polisémica porque para algunos podrá significar varias representaciones. Ayuda, un hospital, la cruz cristiana, etc.
Pero repetimos:
Nadie, nunca, bajo el argumento que los significados son polisémicos o signos con variadas interpretaciones, puede argumentar que por eso no ve una cruz roja, sino un elefante rosa.
Por último, sabemos que para los hablantes de todas las culturas el símbolo es arbitrario.
"Alguien dijo" que una cruz roja sería el símbolo de la organización internacional cuyo fin es aliviar el dolor humano mediante atenciones médicas inmediatas, y toda la sociedad adoptó ese significado.
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