Ahora que ha llegado a la cima del poder y tomado protesta como presidenta de la República, es conveniente ponerle un par de ideas sobre la mesa a la científica gobernadora.
No somos enemigos, nos somos conservadores, ni neoliberales, ni los voceros de los oligarcas, ni sicarios informativos, ni mucho menos jilgueros de la oposición.
Hace varios sexenios que el PERIODISMO REVISA EL PODER EN TURNO y nunca le aplaude.
Y es que Andrés López prometió respetar LA DEMOCRACIA, la decisión de los jueces y acataría sin chistar las resoluciones del Poder Judicial y la Suprema Corte.
Dijo que regresaría a los soldados a los cuarteles, que respetaría por sobre todo los derechos humanos, la libertad de expresión y la libertad de prensa; que no sería como los soberbios de antes, que no habría corrupción ni privilegios, que PACIFICARÍA AL PAÍS y que llevaría a México a tener un sistema de salud de primer mundo y nada fue cierto. Todo fue una simulación, mentira, resentimientos y destrucción. Fue más un bla, bla, bla que transformación a fondo.
Claudia: aseguraste en tu toma de posesión que eres una demócrata y que en tu mandato se respetarán los Derechos Humanos, que se garantizarán las libertades de expresión, de reunión y movilización.
Claudia, además ofreciste no usar la fuerza pública del Estado para reprimir al pueblo, también dijiste:
“Cualquiera que diga que habrá autoritarismo en mi sexenio está mintiendo”
“Quien crea que la Guardia Nacional estando en la Secretaría de la Defensa es militarización está totalmente equivocado”.
Es por lo anterior que advertimos:
El periodismo desde ahora revisará lo que dijo Sheinbaum Pardo en campaña y lo que ahora diga como presidenta. Revisaremos lo que haga hoy, mañana y siempre.
Buscaremos la congruencia o la incongruencia según sea el caso.
Los “cercanos” a Claudia hoy le van a jurar que los periodistas se ponen rabiosos “porque van a perder sus privilegios”, que son muy hipócritas aspiracionistas, y que les vale madre el pueblo.
Pero los periodistas sabemos que esto no es nada personal, ella es la máxima mandataria y por el bien de todos hay que revisar su proceder, sus éxitos y sus aciertos. Claro, los consignaremos, pero jamás los aplaudiremos porque hacer lo correcto es su obligación. Hacer lo correcto es su compromiso.
Cuando la riegue, nos mienta, o nos traicione, se lo haremos saber; pero siempre con sustento, sin calumnias (no las usamos), sin difamaciones (no las necesitamos) y al Chile pelón los periodistas registraremos sus abrazos, balazos y fracasos.
Claudia: le deseamos mucha suerte y le recordamos que el país se llama México y no Andrés Manuel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario