domingo, 22 de diciembre de 2013

RAPHAEL EL DIVO DE MI MAMÁ Por Carlos Bernal Romero

Para  Mi  Mamá
Que  casi  se  alivia  de  mi  hermana  Zaida  viendo  a  Raphael

Yo  no  he  vuelto  a  encontrarla  jamás,  desde  aquel  día
Cuauhtémoc  Lázaro  Cárdenas  Solórzano  al  hablar  de  la  Presidencia  de  México

Después  de  ver  el  excelente  documental  Quebranto  (Roberto Fiesco  Trejo  2012),  nos  hizo  recordar  al:

Divo  de  Linares:

RAPHAEL
(MIGUEL  RAFAEL  MARTOS  SÁNCHEZ)
(5 DE MAYO DE 1943,  LINARES,  JAEN  ESPAÑA)

Así  y  en  recuerdo  a  mi  mamá  que  seguramente  lo  escucha  desde  el  cielo,  que  es  su  Fans 1,  les  pondremos  cinco  de  las  canciones  que  más  nos  gustan  del:

Ruiseñor de Linares

Las  primeras  cuatro  de  su  Compositor  fetiche  (Abuelo Geno  dixit)

MANUEL ALEJANDRO
(MANUEL ÁLVAREZ BEIGBEDER PÉREZ)
(1933JEREZ DE LA FRONTERA  CÁDIZ  ESPAÑA)

Mi gran noche  de:

SALVATORE  GIRLANDO  ADAMO
(1 DE NOVIEMBRE DE 1943COMISO  SICILIA  ITALIA)

YO SOY AQUEL

CUANDO TÚ NO ESTÁS

DESDE AQUEL DÍA

DIGAN LO QUE DIGAN

MI GRAN NOCHE

Lo  dejamos  con  su  maravillosa  voz

¡Disfrútenla!

sábado, 21 de diciembre de 2013

¡PLAYBOL POR EL MAGO SEPTIÉN! Por Carlos Bernal Romero

Para  Pedro Septién  Orozco
Marqués   de  Querétaro

¿Es  mucho  mago  para  ser  cronista  o  mucho  cronista  para  ser  mago?
Babe Ruth  al  hablar  de  El Mago Septién

 Hoy  teníamos  toda  la  intención  de  escribir  nuestro  cuento  semanal,  pero  mi sobrino  Oscarola  (Oscar  Alejandro  Alarcón Bernal),  nos  despertó  con  la  noticia:

Se  murió  el  Mago Septién

Así  como  besiboleros  de  siempre,  que  por  muchos  años  vimos  y  apuntamos  el  Juego  de  las  Estrellas  y la:

SERIE
MUNDIAL

Parafraseando  a  la  Abuela Sara:

Nobleza obliga

aquí  nos  tienen  recordando  al:

MAGO SEPTIÉN
(PEDRO SEPTIÉN  OROZCO)
(21 DE MARZO DE 1916QUERÉTARO
18 DE DICIEMBRE DEL 2013, CIUDAD DE MÉXICO)

         Para  no  repetir  lo  que  se  ha  dicho  y  dirá  en  los  próximos  días,  escribiremos   sobre  el  Mago  Cinematográfico.  El  Marqués de Querétaro  apareció  en   alrededor  de  30 películasnarrando  varios  deportes.

Aunque  a  Don Pedro  extrañamente  le  molestaba  hablar  de  esto, es  quizá  con  Julio Sotelo,  el  comentarista  deportivo  más  emblemático  y  con  mayor  número  de  cintas  deportivas  filmadas.

Les  dejamos  dos  muestras:

EL BEISBOLISTA FENÓMENO
(FERNANDO CORTÉS  RODRÍGUEZ  1952)
(DE 41:40  A  50:15)

EL HURACÁN RAMÍREZ
(JOSÉ  JOSELITO  DE JESÚS  RODRÍGUEZ  RUELAS  1953)
(DE 1:32:20  AL  FINAL)

Para  terminar  sólo  un:

¡Playbol  por  El  Mago Septién!

jueves, 19 de diciembre de 2013

La maestra más joven de El Salvador

¿DE VERDAD LOS USUARIOS DEL METRO FOMENTAMOS EL AMBULANTAJE? Por Carlos Bernal Romero

Me  gustaría  tener  una  mamá  ambulante

Pinocho

Las  actuales  Autoridades  tanto  del  Metro  como  del  Distrito Federal  han  resultado  tan  caraduras,  que  además  de  subirnos  dos pesos  el  boleto  y  no  quitar  a  los  vendedores  ambulantesmediante  un  letrero,  nos  quieren  dar  a  entender  que:

LA  GENTE
FOMENTA  EL  AMBULANTAJE

Entonces:

Ahora  nos  acusan  que:

¡Los  usuarios  somos  los  culpables  de  que  haya  ambulantes  en  el  Metro!

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Edward Snowden: Carta abierta al pueblo de Brasil, texto completo



Nota: Esta carta se hizo pública en diversos sitios web, El Abogado del Diablo la publica en apoyo a su dibulgación. El subrayado es nuestro: 

Seis meses atrás, emergí de las sombras de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de los Estados Unidos para pararme frente a la cámara de un periodista.

Compartí con el mundo pruebas de que algunos gobiernos están montando un sistema de vigilancia mundial para rastrear secretamente cómo vivimos, con quién conversamos y qué decimos.

Me paré delante de aquella cámara con los ojos abiertos, consciente de que la decisión me costaría mi familia y mi hogar, y que además colocaría en riesgo mi vida. Lo que me motivaba era la idea de que los ciudadanos del mundo merecen entender el sistema dentro del cual viven.

Mi miedo más grande era que nadie escuchara mi aviso. Nunca antes estuve tan feliz de haber estado tan equivocado. La reacción en ciertos países viene siendo especialmente inspiradora para mi, y Brasil es uno de ellos, sin dudas.

En la NSA fui testigo, con creciente preocupación, de la vigilancia de poblaciones enteras sin que hubiera cualquier sospecha de actos criminales. Esa vigilancia amenaza volverse el mayor desafío a los derechos humanos de nuestros tiempos.

La NSA y otras agencias de espionaje nos dicen que, por el bien de nuestra propia “seguridad”, en nombre de la “seguridad” de Dilma, en nombre de la “seguridad” de Petrobras revocaron nuestro derecho a la privacidad e invadieron nuestras vidas. Y lo hicieron sin pedir permiso a la población de ningún país.

Hoy, cuando una persona carga un teléfono celular en São Paulo, la NSA puede rastrear dónde uno está, y lo hace: hace eso 5000 millones de veces por día con personas del mundo entero.

Cuando una persona en Florianópolis visita un sitio en Internet, la NSA mantiene un registro de cuándo eso sucedió y de lo que uno hizo. Si una madre en Porto Alegre llama por teléfono a su hijo para desearle suerte en un examen, la NSA puede guardar el registro de la llamada por cinco años o más.

La agencia llega a guardar registros de quien tiene una relación extramatrimonial o visita sitios de pornografía, en caso de que precisen ensuciar la reputación de esas personas.

Senadores de Estados Unidos nos dicen que Brasil no debería preocuparse, porque eso no es “vigilancia” sino “recolección de datos”. Dicen que hacen eso para mantener a las personas seguras Están equivocados.

Existe una gran diferencia entre programas legales, espionaje legítima, actuación policial legítima, en donde individuos son vigilados porque se tiene una sospecha razonable sobre ellos, y esos programas de vigilancia en masa para la formación de una red de informaciones, que colocan poblaciones enteras bajo una vigilancia omnipresente y guardan copias de todo para siempre.

Esos programas nunca fueron motivados por la lucha contra el terrorismo: son motivados por espionaje económico, control social y manipulación diplomática. Por la búsqueda de poder.

Muchos senadores brasileños están de acuerdo y pidieron mi ayuda con sus investigaciones sobre la sospecha de crímenes cometidos contra ciudadanos brasileños.

Expresé mi disposición a ayudarlos cuando fuera apropiado y legal, pero infelizmente el gobierno de Estados Unidos viene trabajando arduamente para limitar mi capacidad de hacerlo, llegando al punto de obligar a que el avión presidencial de Evo Morales aterrizara para impedirme de viajar a América latina.

Hasta que un país me conceda asilo político permanente, el gobierno de Estados Unidos va a continuar interfiriendo con mi capacidad de hablar.

Seis meses atrás, revelé que la NSA quería escuchar al mundo entero. Ahora el mundo entero está también escuchando y hablando. Y a la NSA no le gusta lo que está oyendo.

La cultura de la vigilancia mundial indiscriminada, que fue expuesta a debates públicos e investigaciones reales en todos los continentes, está colapsando.

Solo tres semanas atrás, Brasil lideró un Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para reconocer, por primera vez en la historia, que la privacidad no termina donde la red digital comienza y que la vigilancia en masa de inocentes es una violación de los derechos humanos.

La marea cambió y finalmente podemos visualizar un futuro en donde podamos disfrutar de la seguridad sin sacrificar nuestra privacidad.

Nuestros derechos no pueden ser limitados por una organización secreta, y autoridades americanas nunca deberían decidir sobre las libertades de los ciudadanos brasileños.

Incluso los defensores de la vigilancia de masas, aquellos que tal vez no estén convencidos de que las tecnologías de vigilancia ultrapasaron peligrosamente los controles democráticos, hoy están de acuerdo en que, en democracias, la vigilancia del público tiene que ser debatida por el público.

Mi acto de consciencia comenzó con una declaración: “No quiero vivir en un mundo en que todo lo que digo, todo lo que hago, todos con los quien hablo, cada expresión de creatividad, de amor o de amistad sea registrada. No es algo que estoy dispuesto a apoyar, no es algo que estoy dispuesto a construir y no es algo bajo lo cual estoy dispuesto a vivir”.

Días más tarde, fui informado de que mi gobierno me había convertido en un apátrida y que quería encarcelarme. El precio de mi discurso fue mi pasaporte, pero estoy dispuesto a pagarlo nuevamente: no seré yo el que ignore la criminalidad en nombre de la comodidad política. Prefiero no tener nacionalidad a perder mi voz.

Si Brasil escucha solo una cosa de mí, que sea la siguiente: cuando todos nos unimos contra las injusticias y en defensa de la privacidad y de los derechos humanos básicos, podremos defendernos hasta de los más poderosos sistemas. FOLHA

Fecha de publicación original: Martes 17 de diciembre de 2013 
Fecha de consulta: miércoles, 18 de diciembre de 2013