jueves, 27 de julio de 2017

LA TECNOLOGÍA QUE HOY NOS DOMINA Por Gianfranco Fuscaldo Albino


Hoy, Siglo XXI, LA TECNOLOGÍA NOS DOMINA, nos embriaga.

Es tanta nuestra soledad que hoy lo único que tenemos es Netflix, un teléfono inteligente, unos audífonos de alta definición.

El acceso a internet es ilimitado, pero deberíamos ponernos límites.

Somos tan estúpidos que preferimos “chatear” con otros amigos y no hacerlo de cara a cara.


Hoy, la clásica crítica es; que en una reunión familiar nadie se habla y todos tiene la cara metida en la pantalla de sus teléfonos, como si todos fueran Carlos Slim, Bil Gates o alguien extremadamente ocupado para que continuamente se estén comunicando con él, y así, evitar la caída de las acciones en la bolsa de valores.

Somos tan miserables en nuestras vidas, que tenemos más orgasmos frente a la pantalla del computador que frente al ser amado.

Nos estamos erotizando con fotografías enviadas a nuestros móviles pero ¿ya casi nunca tenemos contactos reales? ¿Qué pasa? ¿Cuándo perdimos la habilidad de tratarnos cara a cara, piel con piel cuerpo con cuerpo?

Hoy, debatimos (y esa palabra es la decente) en los comentarios de Facebook, Twitter y demás, pero nuestra opinión en una de las cientos de miles de millones que hay en el ciberespacio.

Pero ¿Por qué el debate no es en persona?, porque el otro podrá golpearnos. 

¿Es verdad que ahora nos resulta fácil escondemos atrás de una pantalla para sacar todas nuestras frustraciones? y ¿todo lo que no le podemos decir públicamente tenemos la valentía de decirlas con el teclado de un teléfono?

No voy a censurar a la tecnología, pues esta misma la que hoy me permite expresarme y llegar a varias personas a la vez. 

Sin necesidad de gastar una hoja de papel los blogs han sabido comunicar ideas, la world wide web nos ha abierto la mente a nuevas experiencias que de otra forma no hubiéramos podido haber vivido.

Por ejemplo: Gracias a la tecnología tenemos contacto con nuestros seres queridos, décadas antes hubiera sido sólo por la línea telefónica, por el telégrafo o esperar meses en que les llegaran nuestras cartas.

Por ahí decía un filósofo (lo que ahora es una profecía):

“Algún día existirá la biblioteca infinita”. 
¡Y ya llegó!, ¡es internet!, donde los datos y la información se vuelven infinitos

No, la tecnología no es mala per se, ES LA TECNOLOGÍA MAL EMPLEADA, la que yo crítico y ataco; y quisiera que todos abriéramos los ojos porque nos estamos convirtiendo en zombis. 

Debemos disfrutar de un paseo y no quedarnos en casa.

Debemos conducir y no importarnos que el celular suene mil veces. (Es más estúpido cuando se maneja una bicicleta y se va observando el celular).

Debemos privilegiar el contacto físico real, las conversaciones cara a cara.

Debemos contar nuestras horas frente al Smartphone y nuestro tiempo invertido dentro de las redes sociales. Es un tiempo que ya nadie nos lo regresará.

Haz la cuenta y piensa si no te están robando minutos de tu vida, donde pudiste haber aprendido otro idioma.

Hoy te subes a un vagón del metro de cualquier parte del mundo (excepto Cuba, Cuba no tiene metro) y nueve de cada diez personas van viendo su pantalla de su dispositivo móvil, no hay contacto visual, ¡eso en el mundo real es un atrevimiento!

Debemos reflexionar que:

Facebook nos provoca envidia, Instagram nos provoca lujuria, Twitter nos provoca ira. 

No es echarle la culpa ahora a la tecnología; el ser humano desde siempre ha sido un depredador de su congéneres.

Nada nos enriquece tanto como la experiencia humana y nada nos está enfermando tanto como ver la violencia explícita que se reproduce en las pantallas digitales.

Es momento de reflexionar para dónde vamos, qué va a ocurrir cuando no estemos conectados, cuando no haya tv, radio, internet o contacto con el mundo digital ¿qué va a ocurrir con nuestras vidas?

¿Podremos ser felices si no tenemos contacto digital con nuestros seres queridos?

¿Podremos ser felices si no comunicamos a nuestros amigos a dónde vacacionamos, qué comimos y a quién conocimos?

martes, 25 de julio de 2017

LO QUE STEVE JOBS CAMBIÓ Y EL LIBRO QUE TODO PERIODISTA DEBERÍA LEER Por Fernando Martínez

Un buen libro que recomiendo ampliamente es la biografía de Steve Jobs de Walter Isaacson:




En este TEXTO leemos un gran trabajo de investigación; decenas de entrevistas con los involucrados en la vida del magnate directa o indirectamente.

Y es que Steve Jobs sabía que después de muerto, con su consentimiento no sin el, escribirían su vida; así que Jobs muy inteligentemente decidió contarla de propia voz y autorizar el manuscrito antes de mandarse a la imprenta. 

Pero a pesar de que Walter Isaacson tuvo un acuerdo con el genio de Apple, no hay un trato especial para Jobs. Existieron los claroscuros en su vida, negros y blancos y el autor refleja muy bien la personalidad amarga y los episodios dolorosos y vergonzosos del protagonista.

En las páginas se refleja: 
La adopción de Jobs, sus traumas, sus filias, su carácter, sus fracasos y también sus aciertos.

El periodista nos va explicando poco a poco como Steve Jobs lucha contra un mundo que no lo comprende.

Aquí se nos explica cómo nace la idea en la mente de Jobs de crear el touch screen

Y es que las primeras agendas electrónicas tenían un puntero y a Jobs le desesperaban porque él argumentaba:

"¿Por qué un puntero cuando tenemos diez en nuestras manos?"


En el primer capítulo el autor nos narra que Steve Jobs muy joven entró a trabajar en la empresa Atari y como siempre fue hippie, Jobs no se ponía desodorante y andaba siempre de huaraches; el dueño de la empresa le le dijo al jefe directo de Steve: "Córrelo" y el jefe (directo) se fue a pensarlo un fin de semna.

En aquel entonces era una decisión radical, ya que no se estaba despidiendo a cualquier empleado, Atari estaba a punto de deshacerse de uno de los máximos genios que ha dado el Siglo XX.

Lo que ocurrió después, es digno de un curso de liderazgo empresarial; el jefe directo de Jobs encontró una solución creativa al conflicto; el remedio que favoreció a todos fue que se pasó a Steve al turno nocturno, así no se toparía con ningún socio o cliente de la compañía, ni tendría que ir vestido formal al lugar de trabajo.

Steve Jobs decía que el Power Point era para tontos:

"Si no puedes explicar algo sin usar el Power Point, entonces no es algo sencillo", decía Jobs en sus temibles juntas a los ejecutivos.

Y sobre la manera que el inventor captaba al nuevo el talento, mi parte favorita es cuando le dijo al entonces ejecutivo de PepsiCo, John Sculley:

"¿Quieres cambiar al mundo, o quieres seguir vendiendo refresco toda tu vida"?

Steve Jobs cambió estas industrias:

1. La música 
creando iPpod y iTunes

2. La computación 
con Macintosh y el mouse 

3. El cine 
con Pixar. 

4. La publicidad 
Sus comerciales fueron trasgresores e innovadores, además que sus programas de diseño han ayudado a millones de diseñadores gráficos en todo el mundo a hacer bien sus campañas, pues Steve estudió perfectamente las tipografías.

5. La telefonía 
con iPhone


6. La industria de los libros con iBook

7. La del Diseño 
Apostó por realizar computadoras hechas de titanio con aluminio, de diseños inteligentes y minimalistas.

Mención aparte merece La tableta; una especie de fusión entre un teléfono celular y una computadora.

Walter Issacson pone en cuestión el veganismo, ya que nos deja con la duda si Steve Jobs hubiera sido carnívoro el cáncer no lo hubiera mermado a tal grado. Si les interesó lo que aquí escribimos les recomendaomos leer este gran trabajo periodístico que por supuesto todo informador debería leer.

Steve Jobs es uno de los responsables que hoy, ya para la segunda década del Siglo XXI, niños, jóvenes, adultos y viejos, estemos tan depenientes de la tecnología.

Hoy te subes al metro de cualquier ciudad del mundo y encontrarás a 8 de cada 10 pasajeros ensimismados sin hacer contacto visual; en la calle, encontrarás cabezas abajo porque miles caminan mirando sus "teléfonos inteligentes" o conduciendo y textiando a la vez. 

Steve Jobs cambió al mundo por medio de la tecnología, ojalá que la tecnología no nos cambie a nosotros.