Para (la) Verónica Merchant de Ciudad de Ciegos
¡Esto es una perversión!
Kamel Nacif después de ver una emisión de Pequeños Gigantes
En el 2006 se exhibió:
Amor, sexo y otras perversiones
película compuesta por ocho relatos, de los cuales cuatro resultaron buenos. Además contaba con un excelente reparto (la sexual Martha Higareda) incluida.
Cinco años después…
Papá (Fernando) Sariñana repite la fórmula, pero esta vez sin (su) Hija (Ximena) que sale en todas las citas que el dirige o produce y esa es la primera perversión del filme.
En esta ocasión se debió titular:
Las perversiones de amor, sexo y otras ídem 2
Compuesta también por ocho historias, pero esta vez sólo una buena y con un promedio de 10 minutos cada una (la película dura 80), lo único que se puede resaltar son las perversiones, porque de:
Amor, sexo y… cine no hay (casi) nada.
Las perversiones son:
1.- Poner a Dolores Heredia (todavía) como obscuro objeto del deseo
2.- Un pene cercenado dentro de un frasco
3.- Dos adolescentes calientes y pendejos que no saben como hacer el amor.
4.- Una mamá mocha que imagina a su hijo como un adicto al miembro masculino.
5.- Personificar a Cupido como un viejo panzón y calvo
6.- Una madre (lumpen por supuesto) pagando con sexo el espectáculo de la fiesta de su hijo.
7.- Ver al Flaco Ibáñez: rapado, sin ropa y degenerado sexual como si fuera una mala parodia de Alfonso Zayas en Bellas de noche.
8.- Y La madre de todas las perversiones desnudar a Verónica Merchant 20 años después de Ciudad de ciegos (Alberto Cortés, 1991), cuando nos hechizó con su cara preciosa y su cuerpo perfecto.
Ante tanta cinematográfica perversidad, el slogan de la película bien pudo haber sido:
Sería una perversión no verla.
(11/VI/2011) (CARLOS)
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