El mejor centro delantero de la historia del Fútbol Mexicano
Meter gol es como un orgasmo
Cuahtémoc Blanco Bravo
Desde que tenemos memoria futbolística, a partir del inolvidable Mundial de Futbol México 70, en donde vimos jugar al mejor equipo de todos los tiempos (la Selección de Brasil) hemos observado la transformación de la forma de celebrar un gol.
La más tradicional realizada por:
Pelé, Gerd Muller y nuestro Enrique David Borja García era la de saltar alzando el brazo derecho.
Después en México y con los Pumas: El Cabo del Gol lo hacía levantando los pulgares y los acompañaba de una gran sonrisa y Hugo Sánchez Márquez, con una machinquepa.
Todo cambió, en el Mundial de Estados Unidos 94, cuando José Roberto Gama de Oliveira Bebeto, al anotarle un gol a Holanda, hizo como si meciera a un bebé, en honor a su hijo recién nacido: Matheus.
A partir de esa celebración ya nada fue igual y ahora muchos jugadores, planean durante la semana la manera de hacerlo si logran anotar un tanto.
La del brazo levantado, ya es historia, y cuando no hay coreografía de por medio y el futbolista celebra sólo, (ignoramos por qué) se chupa el pulgar.
Del 2000 a la fecha en el Fútbol mexicano, dos jugadores han sobresalido, uno para bien:
El andino haciéndole honor a su apodo y sobre todo a su ídolo Roberto Gómez Bolaños, después de anotar uno de los muchos goles que metió con el Atlante, hacía una rutina de los personajes creados por Chespirito.
Mientras que el último símbolo americanista, aunque por lo general celebra como si disparase una flecha como la estatua del Emperador Azteca que se encuentra en Paseo de la Reforma, el más famoso de sus festejos es donde nos mostró toda su clase, fue cuando:
Celebró como perro, contra el Celaya meando un poste de la cabaña defendida por el cuñado Félix Fernández Christlieb.
Pero la (poca) Madre de todas las celebraciones se dio el pasado sábado 15 de octubre en el partido entre Chivas y Tecos, demostrando y comprobando que a la mayoría de los futbolistas les vale madres la situación general del país:
Marco Fabián de la Mora simuló ejecutar con un tiro en la frente a su compañero Alberto Medina Briseño
Podríamos seguir escribiendo sobre este tema, pero hablar sobre el pequeño cerebro y nula inteligencia del 95% de los jugadores nacionales es perder el tiempo.
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