Para Paola Milagros Espinosa Sánchez
La infancia dura menos que un clavado de trampolín de tres metros
Oído en la Conade
Con 11 plazas conseguidos de los 12 boletos olímpicos posibles en las competencias de clavados, para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, la Selección Mexicana, tiene muchas posibilidades de ganar por lo menos una medalla sobre todo a manos de Paola Espinosa.
Pero es la edad de tres de ellas lo que está llamando la atención de todos los Medios de comunicación, porque con meses de más o de menos, tienen 14 años:
Las tapatías Alejandra Orozco N (1); Carolina Mendoza Mendoza (ambas calificadas para Londres) y la veracruzana Dolores Hernández Monzón (aún con posibilidades de asistir)
Empezaron a practicar clavados entre los 10 y 12 años, por lo cual no tuvieron una infancia normal y seguramente tampoco una adolescencia común.
Por lo tanto no fueron ni irán a la escuela como las demás niñas, tampoco tendrán amigos de su edad; convivirán con puros adultos y tarde o temprano vivirán solas en la Ciudad de México.
Este sacrificio no es por cuestiones económicas (son contados los atletas olímpicos que han obtenido dinero como Ana Guevara); ni por la real posibilidad de ganar una medalla; si bien les va; asistir a dos o máximo a tres Olimpiadas; hasta las de 2020, cuando:
Alejandra, Carolina y Dolores cumplan 22 años.
Parafraseando a Gloria de los Ángeles Treviño Ruiz:
Cada quien sus sueños
Pero:
¿Es válido sacrificar la infancia para asistir a unos Juegos Olímpicos?
(1).- No encontramos por ningún lado su apellido materno. Por cierto es homónima de la gorda que quedó en segundo en La Voz México.
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