Cuando desperté El
velador ya había terminado
Oído
en la Sala 4 de Luniere Reforma
Del anochecer al alba,
el velador escudriña la rutina de Martín, el guardián que noche a noche vigila
los extravagantes mausoleos de algunos de los capos de la droga más notorios de
México.
A
través de un recorrido por los laberintos del narcocementerio, ubicado a las
afueras de Culiacán, Sinaloa, este documental, presentado en numerosos
festivales y encuentros internacionales, reflexiona en torno a la transformación
de la vida cotidiana, agitada por el conflicto mexicano más grave y sangriento
desde la revolución. (1)
El velador (Natalia
Almada N. 2011)
es, aunque en documental, la nueva
peor película mexicana
de todos los tiempos, porque
en 70 minutos,
no pasa absolutamente nada.
El velador del título,
nunca dice
cómo se llama;
apenas habla
algunas palabras y durante
toda la historia únicamente hace
un rondín por el panteón.
Se la pasa arreglando el cementerio; vigilando que
los entierros lleguen
a buen término y viendo
televisión, en
especial el noticiero de Adela
Micha.
Lo demás que pretende ser ilustrativo y novedoso, se vuelve repetitivo y
de bostezo:
Mujeres limpiando mausoleos; niños jugando
en el panteón como
si estuvieran en
el parque; media decena de
funerales; un vendedor ambulante
de comida haciendo
su agosto en esos entierros y
un radio que
nos informa de muertes, muertes y más
muertes, diciéndonos
que
Culiacán, Sinaloa
es una de
las más inseguras del mundo.
Pero lo peor
de El velador resulta que está contada
en tiempo real y no
cinematográfico y
es aburridísimo cuando ve
las noticias y nos ponen
los subtítulos de una
declaración en inglés.
Extraña que
la realizadora de un excelente documental como El General (2009) haya sido la culpable de
esto.
NATALIA
ALDAMA
Vista en
la primera función de
las 16:00 p.m. en la Sala 4
del Lumiere Reforma, junto
con otros siete desagradablemente
sorprendidos:
El velador de tan malo que
está, que es capaz
de dormir a cualquiera.
(1).- Sinopsis oficial de
la película
Y si se quitaran todos los adjetivos, ¿cómo quedaría la crítica final?
ResponderEliminarY si se quitaran todos los adjetivos, ¿cómo quedaría la crítica final?
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