Dentro de una fría habitación el talento se pasea de una esquina a otra junto a su dueño.
Como un pájaro encerrado en una jaula, el talento vuela inquieto de un lugar a otro. No se desalienta encerrado en la pobreza, el talento es feliz en existir.
El talento no puede morir, sólo regresa al Padre, Él es quien nos lo quita.
El talento estuvo ahí para recibirnos en el momento del parto. El talento fue al kínder con nosotros e hizo palitos y bolitas.
El talento te encontrará pareja o compañías interesadas.
El talento irá a tu boda y quizás te aconseje cómo vestir a tus hijos.
El talento no estará ahí en tu lecho de muerte, se irá a pregonar qué tú todavía existes.
El talento nunca se enoja, su naturaleza es hacer felices a las personas.
El talento hizo ricos a muchísimos, pero no siempre logró convencer a algunas personas, sin embargo, el talento es un fiel vengador y hace justicia a quien lo posee.
El talento no se puede esconder ni mucho menos matar, así su poseedor haga hasta lo imposible por ahogarlo en el río de la mediocridad, el talento sobrevive a las tormentas humanas.
El talento es tan digno que hasta del lodo se levanta.
El talento no conoce límites, no cree en las razas, habla un mismo idioma.
El talento es descarado, exhibicionista, celoso e inquieto. Aunque su dueño lo reprima el talento brinca como un delfín en el océano.
El talento vio nacer a Cervantes, se tomó un café con Mozart, enloqueció a Dalí y no dejó dormir a van Gogh
El talento enamoró a Anna Pavlova e hizo ver a Elizabeth Taylor como Cleopatra
El talento se llevó de borrachera a Beethoven y en un bar de mala muerte los dos se besaron con aliento alcohólico.
El talento te quiere hacer feliz, nunca es su intención hacerte famoso.
Al talento le gusta el teatro, el cine, la radio y la televisión porque él los inventó.
El talento no lloró por Shakespeare, pues sabe que él no ha muerto.
El talento aconsejó a Lennon y se fue de gira con Los Beatles.
El talento le gritó en la cara a Frida y a Diego lo estremeció de una bofetada.
El talento le dijo a Madonna: “tú servirás en esto”
El talento nunca le cobró factura a Michael Jackson.
El talento no fue al funeral de Versage porque sabe que él lo inmortalizó.
El talento le hace un guiño de ojo a los que de él se burlan.
El talento es esa joya que algunos quieren robar, hasta otros estúpidos creen poder copiar.
El talento se pregunta por qué una mujer se opera los pechos y un hombre se tiñe el cabello.
El talento cargó de niño a Dickens.
El talento se acostó con Elvis y le propuso matrimonio a Pelé.
El talento juega a las escondidas como un niño de seis años…él siempre se deja encontrar.
El talento no convive con los violentos.
El talento sigue presumiendo a sus dueños por las calles de Venecia.
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