Escribo
para que me oiga la naturaleza
porque descubrí que es mi misión.
Escribo
para sentir placer a que tú me leas.
Escribo por mí, pero también por él, por ti.
Escribo, porque así grita mi alma.
Escribo, porque quiero ser como el poeta que te hizo llorar.
Si el pago por escribir fuera verte, escribiría a diario, pero si me pagaran por crear un texto, exigiría que se me diera una playa con casa, una isla con mar y unas alas con un avión.
Si mi letra vuela por el ciberespacio y llega al otro lado del mundo, escribir ya es un milagro.
Escribir es el invento del ser humano más poderoso que el haber descubierto el fuego.
Escribir es igual de trascendente que morir; nadie lo nota, pero el espíritu sí.
La escritura de Dios son las estrellas.
La escritura del hombre son estas letras.
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