RECORDEMOS LA CARICATURA SANDY BELL Por Mayra Villanueva

Sandy Bell (o Hola, Sandy Bell) fue una caricatura que se transmitió en México en la década de los 80 y 90 por el canal 5 de Televisa.

Al igual que Remi, Lala Bell, Heidi, Bel y Sebástian, La Familia Robinson, Candy Candy; Sandy Bell era la "telenovela infantil" que a muchos niños y niñas impactó por su cruda verdad. 

Animación japonesa (hoy sabemos que entra en la categoría de anime). Sandy Bell narró la historia de una niña huérfana que fue RESCATADA de un naufragio por una pareja de amigos (hombres) quienes uno de ellos la crió como su verdadera hija hasta la edad de 15 años.

Al morir, su padre adoptivo Cristóbal le pide a Sandy Bell que viaje hasta Londres con su amigo Carl (Cancán) Ronwood: Él es el mejor amigo de Cristóbal, él lo acompañaba en el naufragio donde rescataron a la niña y hacen la promesa de que,  si el primero moría, el segundo cuidaría de Sandy. 

Carl dirige un pequeño periódico en Londres llamado “The Ronwood News”, una edición muy amateur que hace desde la cochera de su casa en la capital inglesa.

Pero la esposa e hija le hacen ver a Sandy Bell la amargura de la vida.

Tiempo después, Sandy Bell, decide convertirse en reportera del periódico del señor Ronwood. Sandy Bell recorre toda Europa junto con su mejor amigo Ricky (también huérfano) arriba del inolvidable Sandy-móvil.

En cada capítulo la caricatura nos enseñó valores como: perdonar, respeto por los mayores, humildad, compasión, honestidad, y hasta no robar los valores materiales ¡y hasta la propiedad intelectual!, ya que a nuestra adorable adolescente le llegan a robar sus ideas; la antagónica de la historia es Kitty Shearer: 

Es una chica rica, gruñona, sangrona, caprichosa y envidiosa que cree amar a Marcos. Odia a Sandy Bell por que impide su compromiso. Siempre trata de alejarla de Marcos. Se convierte en reportera especial cuando se entera del trabajo de Sandy, y para lograrlo su padre le consigue un empleo que era para Alex Peterson en "El Nuevo Noticiero Londinense". 

Kitty tiene muchos encuentros con Sandy Bell en la busca de reportajes interesantes y siempre intenta ganarle la exclusiva.

Sandy Bell le hace ver a Kitty, en lo largo de la historia, que las personas de calidad moral se tienen que abrir paso por ellas mismas en la vida; que el éxito se alcanza por dar el propio talento, esfuerzo, disciplina y dedicación; con Kitty aprendimos que nadie debe aprovecharse de la fortuna y contactos de sus padres porque al final saldrá a la luz que no sirven para nada.

En Sandy Bell aprendimos a ver el lado bueno de las cosas, como la protagonista así lo hacía. Aprendimos a valorar lo que tenemos, a apreciar a la naturaleza, a amar a los animales, a ser fieles con las personas que nos aman, a darle la cara a las adversidades de la vida.

Sandy Bell y Kitty compiten en lo profesional pero también por el amor de Marcos, el hijo de la Condesa Wellington.

Marcos también queda huérfano, en quiebra pero tiene el deseo de realizarse como pintor. Marcos va de ciudad en ciudad tratando de profesionalizarse.

El personaje de Marcos es inspirador; su vida es una invitación a la niñez a que luchen por realizar sus sueños, pero siendo personas de bien, de trabajo y esfuerzo. Es por ello que la caricatura en cada capítulo es una exhortación a que los televidentes saquen su talento a pesar de las adversidades.

Hay otro personaje que vale la pena mencionar, y es el de Alex Peaterson, un reportero independiente que también lucha por conseguirse de un renombre siendo honesto, sin venderse al mercado ni a las grandes corporaciones de los medios de comunicación. En la caricatura, hay una escena en donde Alex le hace una crítica al sistema, al periodismo; Alex protesta contra los periodistas que venden su nota, sus ideales, su libertad a cambio de dinero.

Sandy Bell es una niña que pasa a adolescente para convertirse ante nuestros ojos en una profesional ¡eso le reconocemos a la serie animada! Que la niña fue creciendo ante nuestros ojos como si de verdad fuera un personaje de carne y hueso.

Un capítulo que impactó mi infancia fue cuando Sandy Bell se despide se su pueblo y corren a despedirse sus amigos hasta seguir el tren donde se va la protagonista. Una de sus amigas, de aproximadamente 5 años, llora hasta ver perder el tren a la vista.

Otra escena que recuerdo mucho es que la esposa del Sr. Ronwood, la señora Honor, le pide perdón a Sandy Bell por los malos tratos que le daba; al abrazarse, y llorar juntas, la señora Honor lanza un plato desgastado y roto a la pared del río como símbolo que el odio y la maldad se quebraban para siempre en esa relación de madrastra e hijastra.

Uno de los últimos capítulos de la historia es cuando Sandy Bell por fin encuentra a su madre; ella estaba perdida en una isla, refugiada en un orfanato. La madre de Sandy Bell ha perdido la memoria, es ya es una monja y cuando Sandy va a su encuentro la madre no la reconoce. El impacto que Sandy Bell tuvo al ver esto hace que nosotros los niños sintamos la frustración y la tristeza que del corazón de la protagonista.

Sandy Bell está en You Tube, en DVD y deberían de programarla en plataforma digitales y regresarla a la televisión abierta. Con tan sólo 46 capítulos, Sandy Bell es una historia que vale la pena ver repetidas veces.

Si puede ponérselas a sus hijos, sobrinos o  nietos, ya sean hombres o mujeres, hará usted muy bien, porque la caricatura no es "una historia para niñas".

Sandy Bell tiene sentido crítico ante la vida, muestra las contradicciones de la edad adulta y la dulzura de los niños. Es una vida agridulce la que pasa ante nuestra pantalla, pero las caricaturas de hoy (2019) no dejan nada qué pensar, qué reflexionar, no dejan nada bueno para la educación y formación de nuestros pequeñines. 

Sí, Sandy Bell nos mostró que la vida no es 100% color de rosa, que las adversidades de la vida se enfrentan y que nos sacarán muchas lágrimas.