domingo, 20 de septiembre de 2020

¡GRACIAS POR SER TAN GRANDE Y NUNCA PERDER LA JUVENTUD! Por Fernando Martínez


GUILLERMO DEL COLLADO CHAVERO
1924-2004 

Estudió en el Seminario Conciliar de la Ciudad de México, lo dejó por falta de vocación. Tuvo siete hijos y  durante más de 14 años fue maestro de Filosofía, Ética, Sociología, entre otras materias, además de ser sinodal de tesis.

A los 80 años de edad Guillermo del Collado Chavero se fue de este mundo trabajando en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, que hoy y siempre lo recuerda con mucho cariño.

A pesar de que el tiempo hubiese detenido su marcha en el rostro del entrevistado, sus arrugas mostraban más que vejez, experiencia y gran sentido de la justicia y de la verdad. Pues Del Collado, como mejor se le conocía dentro de los pasillos de la Carlos Septién, demostró ser honesto en sus  respuestas en octubre del año pasado. (2003)

Con gran amabilidad el profesor abrió su oficina y también su corazón para hablar de su vida.

Con un gran sentido del humor, que lo caracterizó durante toda la entrevista, el profesor Guillermo  recordó que la ciudad ha cambiado mucho desde su nacimiento (1 de mayo 1924) hasta la fecha:

  “Recuerdo que San Ángel, donde soy originario, era un pueblote, pues estaba muy retirado del centro de la capital”

También el transporte cambió:

 “Existían camiones que me llevaban de mi colonia hasta el zócalo. Los camiones eran de una sola puerta, por atrás la tenían y entrabas y salías por la misma. Recuerdo además dos tranvías, uno para la gente de primera y otro para los panaderos, carpinteros que eran los autobuses de segunda”.

¿En todos los sentidos ha cambiado el país?

“Para mí los valores no se han perdido, no son perros domesticables que salen a la calle y envejecen, por más tontos que sean los muchachos, ahora también piensan que robar es malo y que tienen que respetar a sus mayores”.

Más adelante al referir a Del Collado sobre la educación en México, nuestro entrevistado volvió a recordar sus tropiezos como estudiante, ya que no le eran gratas las matemáticas, y mencionó cómo tuvo que volver a reiniciar su educación secundaria porque en el gobierno de Lázaro Cárdenas se cerraron las escuelas particulares, y la educación del Estado se volvió de ideología Marxista.

Llegó al seminario a los 15 años y durante 9 años sirvió al estudiantado de enfermero:

“Me sirvió de mucho porque presté un servicio. Hubo epidemias de gripa, me pusieron a un ayudante para  90 muchachos en cama, era desde cambiarles el cómodo, hasta  darles de comer. Me sirvió de mucho para hacerme más humano y humilde.”


¿Cómo fue su infancia?

“Recuerdo que cuando yo tenía 4 años murió mi padre, y mi madre se hizo cargo de todo, ella tuvo que  hacer fajas y coser para sacarme a mí y a  mis hermanos adelante (un hermano y tres hermanas), después mis hermanas mayores trabajaron  y ayudaron a los gastos de la casa.

Mi mamá más tarde aprendió taquimecanografía  y nos sacó adelante”.

Y al preguntarle al profesor Guillermo del Collado quién ha sido el mejor presidente de Obregón a la fecha, reconoció que ninguno, se le insiste que podría ser Cárdenas, pero seriamente contesta que (lo de Cárdenas) al igual que Andrés Manuel López Obrador es “sólo populismo, que no está mal, siempre que esté bien encausado”.

Del Jefe de Gobierno de la ciudad Del Collado opinó:

“López Obrador ha sido de los más honestos pero no me convence, me da la impresión de que sólo quiere quedar bien y que lleva la contraria de todo, tiene gente capaz pero no oye la opinión de los demás”.

Y ya “encarrerados” en el tema de la política, Del Collado Chavero reconoció que tenía esperanzas de que iba haber un cambio: 

“Pero no se puede cambiar de la noche a la mañana en un sexenio, lo que le hace falta a Fox es rodearse de gente más capaz y que no lo dejen hablar tanto”.

“Que mande a su casita a su esposa porque no estamos acostumbrados a que la primera dama ande de titiritera para todos lados”.

¿Estaremos preparados para una presidenta de la republica?

“Sinceramente no, porque sigue el machismo brutal, ejemplo; a estas alturas en el sureste de la republica venden a las muchachas por un cartón de cerveza”.

Durante muchos años el profesor Del Collado fue sinodal de tesis, sus parámetros de evaluación eran justos:

“Muchos se ponen nerviosos, es muy explicable y tienen que justificar su trabajo, yo tomo en cuenta su currículum como estudiante, promedio, no sería  justo juzgarlos por esos momentos de angustia. Hay que tomar en cuenta su trayectoria como estudiante”.


¿Han pasado a alguien por lástima?

“A veces más que lastima es consideración de el esfuerzo que ha hecho en toda la carrera, no pasan el examen  porque les falta experiencia, colmillo, visión y análisis, ya que acaban de salir”.

Detrás del escritorio de el entrevistado, se observaban  docenas de tesis que estaban siendo revisadas por  el profesor Guillermo, él dijo tener dedicación a todas ellas porque, ya sea en la escuela o en su casa, revisaba y leía personalmente cada una de ellas, aunque reconoció no tener memoria para los nombres debido a que no le gustaba ser influido por simpatías.

¿Los errores más comunes que se encuentran en las tesis de los egresados de la Carlos Septién?

“Errores de texto mas que de sustancia. Es fácil pasar, siempre y cundo trabajen en sus tesis. Yo les digo a los muchachos que ellos conocen mejor el tema que yo. Yo lo leo pero ellos lo investigaron.

Él hacía anotaciones de las tesis para luego preguntarles sobre los trabajos realizados:

 “Es muy raro que no contesten las preguntas al menos que no hagan la tesis”.

Y de los trabajos, dijo que algunos si hacen examen por “salir del paso” pero en general todos hacen un buen trabajo y aclaró que el  examen profesional es un requisito, no una exigencia.

De las nuevas generaciones de jóvenes el profesor opinó que no están fácil hacer un juicio en general:

“Hay un refrán que dice: distingue los momentos, las épocas y los tiempos y entonces ajustaras tus juicios. Yo no puedo juzgar la educación de hoy con la de Porfirio Díaz  con un criterio actual”.

“Yo siento que les falta entusiasmo por la profesión, ha bajado eso. Hoy es un medio para buscar dinero aunque sea por el chayote, en eso sí, ha decaído mucho porque no se tiene el cariño por la profesión y la responsabilidad, hay falta de interés, les vale la profesión”.

¿Qué aconseja a los que estamos estudiando periodismo?

“Que traten de conocer en qué consiste la carrera y cómo tiene que desarrollarse para que sea íntegramente una carrera. Mientras no se enamoren de su profesión, si no saben que hay que atender al enfermo y no sólo ver cuánto te van a pagar por la consulta, estarán perdidos”.

¿Qué opina del nivel  académico de la escuela Carlos Septien?

“Está bajando, yo siempre he peleado por cambiar el horario, ya que le es imposible que tengan el horario de 8 a 1 de la tarde para formar profesionistas.

¡No es posible que sea el horario de un profesional¡ ¡mínimo de 7 a 3 de la tarde. Así le quedan lagunas mentales más grandes que los océanos”.

La entrevista seguía y  cada vez se hacía más cordial y amena, durante toda la conversación Del Collado nunca fue limitante con el tiempo, a pesar de que estaba a punto de presenciar otro examen profesional en el quinto piso de la escuela para la cual trabajaba.

Siguió el diálogo con la opinión del entrevistado acerca del nuevo plan de estudios de la Septién a lo que aclaró que no le parecía realmente funcional, pues es ambicioso pero no se aplica  a la practica, dijo.

“¿Qué vas hacer cuando termines la carrera si ya te quitaron, por ejemplo, la materia de Sociología de la Comunicación?, ¿Si no distingues entre un auditorio infantil, juvenil y adulto qué vas hacer como periodista el día de mañana?

En cuestión  de maestros, ya es un avance que los maestros sean egresados de la escuela, pero no basta lo visceral falta la experiencia”.

A pesar de sus criterios de educación Guillermo Del Collado no estaba en contra de las nuevas tecnologías, pero sí a favor de seguir enseñando al futuro periodista materias como Filosofía: “que es la materia que llevará al estudiante a crearse un mejor criterio”, porque para Del Collado era su materia favorita.

¿Por qué ya no seguir dando clases?

“No se hasta a donde aguantaría porque ya hace 10 años me dio un infarto y me bajaron la actividad para aguantar más...(risas)

La hora de la entrevista parecía haber llegado a su fin de la mejor manera, porque para el entrevistado el tiempo no parece ser de mayor importancia, pues el tiempo le pertenecía ya.

La despedida fue tarda, y sólo se ocuparon algunos momentos para conversar acerca de la salud de la hermana de Guillermo Del Collado, pues él mismo dijo tener  su hermana mayor de 91 años de edad  y que estaba recién operada del colon.

Una de las preguntas que se tocó en la entrevista  y quizás contiene la respuesta que cierra la vida del profesor Guillermo Del Collado (q.e.p.d.) es:

¿Está satisfecho con la vida?

“Estoy satisfecho de todo lo que he hecho hasta el momento”

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