Enrique Iglesias demostró con disciplina, trabajo y terquedad que ni el tiempo, nada ni nadie, lo lo iba a lanzar al basurero de la historia.

Todos subestimaron al hijo de Julio Iglesias, muy pocos "le dieron el beneficio de la duda". Nadie apostaba a que el hijo fuera a ser tan grande como el padre. Nos atrevemos a decir que incluso el mismo Julio lo dudó.

En pleno 2022 podemos asegurar que Enrique Miguel Iglesias Preysler lo logró. Calló bocas.

ES UN CANTANTE, quizás no de la misma estatura que Julio, pero sí DE LA MISMA POPULARIDAD, ALCANCE MEDIÁTICO Y SU CUENTA DE BANCO se va pareciendo a la de su talentoso padre. (Cosa no fácil).

No se trata de compararlo. No es ponerlo a competir con su progenitor. Pero siempre tendrá el APELLIDO IGLESIAS A SUS ESPALDAS; el “Iglesias” siempre como una sombra, pero el joven y su equipo de marketing usaron esto a su favor.

En un lejano 1994 Enrique Iglesias llegó a México. Empezó su carrera musical en 1995 al firmar un contrato con Fonovisa, propiedad del monstruo mediático Televisa.

Con una voz, que a muchos hace repelar, Enrique Iglesias se logró posicionar en el gusto de una generación que ya venía escuchando a Luis Miguel, a Cristian Castro, a Chayanne y a Ricky Martin.

Fue a mediados de los 90 que los jóvenes que aprehendieron al joven español. Esa es la misma generación que adoptó a Fey, al grupo Mercurio y a Shakira.

Como dato curioso, estos son los mismos cantantes que alcanzaron a ser catapultados desde el programa de televisión más visto de habla hispana:

“Siempre en Domingo”

a ellos Raúl Velasco les dio “la patadita de la suerte”, y de ahí pal’ real.

Enrique Iglesias es sin duda una de las “últimas creaciones” de Raúl Velasco.

Con el apellido a sus espaldas, y un gran equipo de marketing al frente; en 1995 sorprendió con su primer sencillo “Experiencia Religiosa”, una canción controversial y provocadora para la época (y lugar), ya que la letra relacionaba las tradiciones de la religión católica con la pasión que genera el amor.

En España y México, países con una población de más del 90% de católicos, “Experiencia Religiosa” cayó como gancho al hígado, causó un shock en los guardianes de la fe.

Desde ahí, Enrique ya no paró su camino a la internacionalización; con su belleza física, con su voz (que a unos gusta y a otros no), Iglesias logró hacer una carrera artística que nadie creía que consolidaría:

Cinco Grammy Latinos, uno en la categoría de “Mejor artista latino”. Cinco premios Billboard, 45 Billboard Latinos, 10 World Music Awards, 8 American Music Awards, 10 Latin American Music Awards, 23 “Premios Lo nuestro”, 15 “Premios Juventud”, 20 premios ASCAP, tres MTV Europe Music Awards, cuatro premios 40 Principales, dos “Orgullosamente Latino”, un “Premios Ondas” y una “Gaviota de Plata” en el Festival de Viña del Mar.

Aunque muchos lo ignoren o no lo quieran ver, Enrique es un talentoso compositor EN DOS IDIOMAS.

Hasta la fecha ha situado cinco sencillos en los cinco primeros puestos de la lista norteamericana Billboard Hot 100 (incluyendo dos número uno).

El cantante ostenta el récord de haber situado 27 canciones en el primer puesto del Billboard Hot Latin Tracks.

También cuenta con un total de 13 números uno en la lista dance de Billboard, más que ningún otro cantante masculino.

Entre sus mayores éxitos a nivel mundial se pueden destacar:

“Bailando”, “Duele el corazón”, “Héroe”, I like it, “Súbeme la radio”, Tonight I'm lovin you y “Bailamos”.

Él es un caballero, es un lindo con sus fans, y aunque han querido tergiversar sus cariños: Enrique los y las abraza, los y las besa, los y las respeta.

Si hablamos de su vida personal, Enrique Iglesias tiene una buena imagen pública. Con una esposa también famosa y 2 hijos güeros (sarcasmo); el cantante no tiene en su historial video-escándalos, no existen infidelidades, acusaciones por abuso; él no es un drogadicto, alcohólico, jugador, parrandero o golpeador.

Él no necesita de escándalos, Bioseries, paparazzis que lo metan a las portadas de revistas de chismes para que la gente lo voltee a ver.

El hijo de Julio Iglesias ya tiene un público cautivo, millones de fans en todo el mundo y sus canciones suenan en la radio al igual que sus vídeos son reproducidos en la plataforma YouTube como sus rolas descargadas en más de 45 países. Su imagen es reconocida en toda América, Europa y parte de Asia.

Enrique es un hombre guapo: punto a su favor; no tiene la gran voz: punto en su contra; pero una gran estrategia de mercadotecnia, un gran equipo que lo lleva con una disquera profesional, un buen catálogo de canciones, un buen arreglista y una consola para ecualizarlo lograron que Enrique fuera la estrella mundial que ahora es.

Enrique parece ser “una máquina de hacer dinero”: con más de 16 álbumes de estudio y recopilatorios vendidos marcó a una generación enraizada en el Pop de los 90; con su propio ESTILO, impuso moda, marcó a la industria en dos décadas.

Enrique Iglesias logró ser sexy con una lunar en la cara y con sus suéteres de manga larga que le cubrían las manos. Hoy el “ya no tan muchacho” está más allá del bien que del mal.

Le guste o no a sus más fervorosos críticos; Enrique Iglesias ha colocado varios sencillos en las listas de popularidad de todo el mundo; canciones como “Dímelo”, “Escapar”, “Cosas del Amor”, “Esperanza”, “Nunca te Olvidaré” han sido hasta temas de telenovelas.

Les dejamos como muestra 10 de sus mejores temas: