El lado femenino de la FIFA crece día a día. Las ligas de fútbol femenino son cada vez más populares. Pero el Mundial 2022 se va hacer en un territorio, donde las mujeres tienen prohibido practicar deporte. Entre otras muchas cosas.
"El mundo musulmán" nada tiene que ver con "los derechos" y la agenda feminista-política que día a día se pelea en Occidente.
Hace poco, en Irán, una mujer de 22 años, Mahsa Amini murió en manos de la policía por usar «mal el velo». Esto causó (por primera vez) una ola de protesta en Irán y el mundo entero volvió a sorprenderse como si esto fuera cosa del Siglo XV.
Otro caso que la prensa internacional no infló; fue el de la periodista mexicana Paola Schietekat.
Fue condenada a siete años de prisión, más cien latigazos, con fecha 19 de febrero 2022. Por haber denunciado a un colega colombiano que la violó en territorio catarí. El violador era casado, entonces, la mujer violada es la culpable. Según «la shaira» ley islámica que «controla» a las mujeres.
Un mes va durar el mundial 2022. 30 días en que las usinas cataríes estarán funcionando a full para mantener el aire acondicionado en los 8 estadios, hoteles, centros turísticos y comerciales.
Arrojando al aire humo contaminante, equivalente a diez mil autos tirando smog sin filtro por hora.
Todo sea por la fiesta del fútbol…
Porque el deporte es salud ¿?
Los musulmanes, no olvidan, ni perdonan; aunque digan que sí.
La familia real de Qatar ha financiado a oscuras facciones terroristas en Siria, Irak, Afganistán y Libia.
En Libia financiaron a los terroristas que asesinaron al líder Muamar el Gadafi en octubre de 2011. ¿Por qué no van a arruinarle «la fiesta» a la realeza pro yankee catarí?
De esto nadie habla. Todos cruzan los dedos, rogando que ningún musulmán suicida se haga el mártir, volándose en medio de un montón de gente. Como ocurrió el 2021 en el Aeropuerto de Kabul.
En Europa, al mundial de Qatar le llaman:
«El mundial de la vergüenza».
Hay una movida en ciudades francesas para no poner pantallas gigantes en lugares públicos en París, Marsella, Burdeos, Estrasburgo, Lille, etc.
Es una forma de protesta por un mundial de fútbol que se llevó la vida y sueños de miles de trabajadores inmigrantes.
Esto ha sido DOCUMENTADO por la prensa internacional y tiene una demanda por The Human Rights Watch: https://opinaelabogadodeldiablo.blogspot.com/2022/11/qatar-2022-el-mundial-maldito-por-jon.html
8 estadios fastuosos. Que durante 30 días estarán repletos de hinchas. Y vacíos, por toda la eternidad. Por un capricho de la familia Al Thani, que el 2010 compró un mundial de fútbol.
En un mundo en crisis. Con millones de desplazados por hambre y con hambre. En el vértice de una guerra nuclear. ¡Viva el fútbol!
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