Esta serie biográfica llegó tarde a Netflix después del éxito de la producida en Televisa por Juan Osorio.
No se necesitan muchas palabras para criticarla; ya que es aburrida, sesgada, ambiciosa y tendenciosa.
Cuquita quiso reivindicarse ante la opinión pública y ella se retrata como una mujer controladora, adelantada a su época, que con valentía y coraje se enfrentaba a su marido o a cualquier ser que interviniera en su carrera. Cosas que nunca fue y nunca hizo.
Jaime Camil actúa pésimo; el mexicano no puede ponerse el traje de charro sin que lo desvinculemos con él mismo:
Es Jaime Camil haciendo el papel de Jaime Camil. Incluso ya lo habíamos visto vestido así en la cinta "Amor a primera visa" y no llenó el traje. Sí, es guapo y dicharachero, pero nada más.
Los escenarios (rancho, provincia e interiores) son dignos de una producción latinoamericana que se exporta a nivel mundial.
Dicen que "EL REY VICENTE FERNÁNDEZ" fue comprada por TV Azteca para su retransmisión en tv abierta; habrán adquirido un muerto. Compraron basura.
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