Conforme se acerque la sucesión presidencial los ambientes políticos se irán ennegreciendo: AMLO le dará con todo al INE, a los periodistas y medios de comunicación que, por cierto, ya están desesperados porque termine el sexenio. Layda Sansores seguirá siendo esa vulgar e ignorante vieja de vecindad que hará el trabajo sucio: difamará, señalará y vociferará estupideces desde su cómoda trinchera pagada por el erario de los campechanos.
El destape precoz le ha salido costoso a Claudia; los desafortunados acontecimientos en la ciudad le juegan en contra. En especial el del 3 de mayo del 2021, la caída de las llamadas ballenas de la Línea 12.
A Marcelo también le está saliendo contraproducente ser “el candidato no oficial”. Ebrard sigue desgastando su imagen ante la opinión pública, la gente ya no lo ve como el gran líder de la administración pública, sino como un sumiso y títere de López Obrador.
Y a todo esto, ¿qué pasa con la ciudadanía? Ésta puede tener el síndrome “votante desilusionado”, el mismo que les pasó a los estadounidenses con Barack Obama ¡Obama que era Obama!, que la gente lloró cuando ganó la presidencia de EUA. le sucedió que perdió credibilidad y cariño ¿ustedes creen que a AMLO no le va a pasar?
En los próximos meses México será un gallinero. El odio y el resentimiento social seguirán en hervor.
Mientras tanto, un mundo estará mirando el escenario mexicano, Estados Unidos como siempre estará expectante.
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