Quisiéramos verle el lado positivo a la llamada “Cuarta Transformación”; “algo tienen que hacer bien, no es posible que sean tan pendejos”.
Destruyeron cenotes, jungla y todo lo que se les atravesó a su paso para hacer el chingado trenecito y nunca sirve, y cuando sirve, tardas más en llegar a su destino que si fueras en auto.
Después, tratamos de consolarnos con el aeropuerto de Santa Lucía: un aeropuerto moderno que ha mejorado muchísimo la conectividad aérea. Bajaron de precio los vuelos. Ya no se satura al aeropuerto de la Ciudad de México, pero tampoco. Pinche aeropuerto pinche en donde no se paran ni las moscas.
No pudieron ponerle un triste restaurante, llegar allí es un martirio y para terminarla de chingar a este mal-Gobierno destruyeron el aeropuerto de la Ciudad de México para obligarnos a pagar más y a ir a su chingadera… y ni así funciona.
Y luego pensamos en la aerolínea “Mexicana” que regresó después de haber estado muerta y enterrada. Creemos que fue buena idea de AMLO, que puede ser la mejor de México con aviones modernos, siempre a tiempo. Pero tampoco: en su primer vuelo el avión tuvo una fuga de aceite, y aparte de esa fecha, los aviones vuelan casi vacíos, eso sí subsidiados por nuestros impuestos.
De verdad, tratamos de no ser pesimistas y pensar en la “Mega Farmacia del Bienestar” que ahora tiene “todas las medicinas del mundo mundial”.
Se gastaron miles de millones de pesos en construir una bodega que está vacía y que sólo ha logrado surtir, con cifras del gobierno, 67 recetas desde que se inauguró. El Doctor Simi ha logrado surtir más medicinas.
Tratamos de irnos a dormir de buenas y entonces decimos: ¡ya se acabó la corrupción!
Pero no, los hijos de AMLO salieron más rateros, más cínicos y soberbios que “los del pasado neoliberal”.
Entonces, ya llega un punto, después del hartazgo, después de la indignación, después de la decepción que lo único que nos pasa por la mente es reconocer que este gobierno está de la chingada y no puede continuar así nuestro país; eso depende de los ciudadanos a la hora de votar. Si México sobrevive sólo será gracias a nosotros, pero si México se acaba el 2 de junio, también será gracias a nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario