Que cada quien se haga cargo de sus propias perversiones
Norberto Rivera
Desde que nacieron las monarquías sobre todo europeas, casi desde que se cuenta el tiempo a partir del supuesto nacimiento de Cristo, hasta la fecha con las pocas, que quedan sobre en Europa y que se podía decir que son de ornato, las perversiones estuvieron y han estado a la orden del día.
Matrimonios y descendencia entre ellos que provocó que varios príncipes y reyes tuvieran taras congénitas y las cortes europeas por lo menos hasta la Primera Guerra Mundial, estuvieran llenas de gente deforme.
Bodas pactadas para unir reinos o países en las cuales el amor era lo de menos, porque en la mayoría de los casos los futuros esposos se conocían hasta el día del enlace.
Asesinatos al por mayor entre todo tipo de familiares o parientes, para quedarse con el trono del:
Padre, madre, hermano, tío
y un largo etcétera.
Fueron tantas que el incesto y las infidelidades eran literalmente pecata minuta y eran vistos o considerados como pecados normales y ya a nadie sorprendían, como ahora fumar marihuana.
Pero lo arriba mencionado se queda corto con el pacto, contrato o convenio que firmaron entre Emilio Azcárraga Jean (Dueño de Televisa) y Ricardo Salinas Pliego (Dueño de Televisión Azteca), para fortalecer Iusacel y hacerle la competencia directa Carlos Slim (Dueño de Telcel)
Unirte con tu enemigo natural y hasta peor enemigo, con fines comerciales, debe considerarse:
La madre de todas las perversiones
ante la cual, si estuviera vivo Emilio Azcárraga Milmo estuviera vivo, se hubiera vuelto a morir, al ver esta atrocidad.
También después de ver el abrazo entre ellos (más falso que el de Acatempan) que la selló, andar con una menor de edad (saludos para el Maestro Sergio Andrade), será:
Una travesura sin importancia.
(13/IV/2011) (CARLOS)
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