Para Alonso Lujambio
Mi maestra favorita es Elba Esther
Oído en el SNTE
Antes de irse a tomar sus merecidas vacaciones (del año pasado), las cámaras de Senadores y Diputados, creyéndose realmente los salvadores de la Patria, aprobaron otra reforma educativa.
Pero al igual que las anteriores, por lo menos mediados de los 70, en vez de mejorar la educación de los niños, sobre todo de primaria y secundaria, con cada una de ellas: empeora.
La primera fue quitar y hasta prohibir que los alumnos escribieran con letra manuscrita y poner como la casi oficial y obligatoria la de molde o script, llegando al grado que en la actualidad muchos no saben ni leer ni escribir la manuscrita.
La segunda fue poner como calificación mínima seis, sin importar: la inteligencia, rendimiento o interés del estudiante en las clases. Por tal motivo más del 80%, tienen promedio de ocho, nueve y diez.
Todo esto más el aligeramiento al máximo de los planes de estudio, tienen hecho al joven mexicano un:
Analfabeta funcional
No contentos, ni conscientes, es más valiéndoles madre la situación, aprobaron la ley que hace a la Preparatoria obligatoria, lo que significa que a partir del próximo ciclo escolar, los profesores tendrán prohibido reprobar, sin importar que los alumnos no rebuznen porque no dan el tono.
Para terminar este ensayo, una frase atribuida a la Secretaría de Educación Pública (SEP):
Dame un niño y te entregaré un mexicano
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