Oído en Ciudad Juárez
De pronto el desconocido caso del mexicano Humberto Leal García, condenado a muerte en Texas, salió a la luz pública, cuando inexplicablemente el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, le sugirió al Gobernador de Texas suspender la ejecuciónLeal García (en ese entonces de 22 años) confesó que el 11 de julio de 1995 violó y asesino a Audria Sauceda de 16 años, cuando salieron de una fiesta en la cual se conocieron.
Han pasado exactamente 16 años (la edad que tenía la victima), entonces no se puede hablar de injusticia contra el mexicano, porque no lo condenaron a muerte de inmediato y sin pruebas.
En su caso en particular (como en la mayoría), se tomaron su tiempo y no fue sentenciado a la ligera, en los primeros años del incidente. Además él desde el principio se declaró culpable.
Pero hoy medio mundo (sobre todo en México y Estados Unidos) e increíblemente hasta la ONU piden clemencia y algunos hasta la exigen para Humberto Leal García, cuando él no la tuvo al violar y asesinar a Audria Sauceda.
Lo peor de todo que el perdón se basa en que este violador y asesino no tuvo apoyo ni ayuda consular al momento de ser apresado y obviamente sentenciado a muerte.
Las preguntas o dudas son:
¿Para qué necesitaba a un funcionario de la embajada mexicana? ¿Para contarle en español y con lujo de detalles su violación y asesinato?
Entonces tipos como Humberto Leal García sólo se merecen la muerte.
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