Por supuesto que amar no es querer
Caperucita Roja al Lobo Feroz
Jacqueline (una esqueléticamente hermosa Adriana Louviere) es una niña bien, que como no tiene nada que hacer, se dedica a hacer el bien como voluntaria de un hospital que atiende a niños con cáncer.
Está casada o algo parecido con un empresario exitoso, pero muy mamón llamado Samuel (Tony Dalton, que se parece a Jim Carrey, pero región 4). Cuando están a punto de separarse, tienen un terrible accidente (como dicen en la nota roja) y él queda en estado de coma al igual que:
Lauro (Gabriel Retes) en (El bulto de Gabriel Retes 1991)
A partir de esa situación, se desarrolla: Amar no es querer (Guillermo Barba, 2011) la cual a pesar de estar bien hechecita, tener muy buenas intenciones y un amable final feliz, parece más un capítulo de La rosa de Guadalupe que un largometraje.
Sobre todo con la escena clave, que es una de las más improbables de la historia del cine mexicano. Cuando se encuentran (sin ponerse de acuerdo) en la misma fila de asientos de un avión y por supuesto, Samuel no reconoce a Jacqueline.
También hay momentos y personajes de la telenovela Amorcito Corazón y del excelente programa titulado: Como dice el dicho:
Amigas buena onda, Mauro un médico todo corazón (Adán Canto) inútilmente enamorado de Jacquie y para que apriete, Elena (Anilú Pardo), una doctora hija de la chingada, que hace sufrir y se roba las medicinas y el dinero destinado a los niños con cáncer. Los niños con cáncer es quizás el principal problema de Amar no es querer, porque al final, quedamos con la sensación que estamos viendo una cápsula de Teletón y en cualquier momento aparecerá Lucero.
Pero el cine es otra vaina y no debe terminar un filme como si fuera un capítulo de Cantinflas show, con:
Su moraleja, jóvenes
Si el director y los actores, querían llamar la atención sobre el cáncer en niños(1) , hubieran realizado una película con esa temática como:
Cosas insignificantes (de Andrea Martínez Crowther, 2008) y que después de verla, los espectadores decidieran si apoyan o no a los infantes con dicha enfermedad.
Se dice que cuando el cantante Luis Miguel viene a la Ciudad de México y quiere ir al cine, manda a cerrar una sala para él solo, por unos cuantos miles de pesos.
Con respecto "a ver cine a la Luis Miguel". Hoy el que esto escribe vio Amar no es querer "a la Luis Miguel", pero únicamente le costó 22 puntos de su Tarjeta de Cinemex, porque pagando con los puntos, acumulados ahí, la entrada es a mitad de precio.
De verdad les recomendamos ver así las películas, (tempranito o a medio día) se disfrutan al máximo, porque no existe ningún tipo de interrupciones de personas que van al cine a todo, menos a disfrutar de la cinta.
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