Cuento en honor a la hija recién nacida de Irán Castillo
El mejor homenaje que le puedo hacer a mi madre; es no casarme con un hombre como mi padre
Oído en el Jardín de niños
Uno de los deportes nacionales “por excelencia” de este país y que se practica muy a menudo es el de: Los homenajes
Merecidos o no; espontáneos u ordenados por “Doña Tele” y a los que se debe asistir, porque es “cool o nice”, pueden ser una persona viva, pero sobre todo a un muerto.
Aunque por lo general el homenajeado o en su caso los familiares están encantados, llegan a existir casos excepcionales en los cuales, el hombre o la mujer lo rechazan por considerarlo inmerecido.
Una de esas “rara avis” (Abuelo Geno dixit) era:
Irán Castillo Pinzón (4 de enero de 1977, Veracruz, Veracruz) actriz, con una larga y brillante carrera 24 años en: Cine, teatro, televisión y radio (a través de discos) y un largo y exitoso etcétera, era su carta de presentación.
En este tiempo había logrado el sueño de cualquier actor, actriz o cantante que su rostro sea inmediatamente identificado por el público en general.
Además estaba considerada como:
La belleza eterna del espectáculo tanto así que circulaba una frase que decía: “Ver a Irán y después morir”
a pesar de su par de décadas en el llamado: “Mundo del espectáculo”
Con casi 35 años cumplidos, tenía muchos proyectos en mente, aunque debía hacer un “alto en el camino”, porque estaba embarazada y a punto de “dar a luz”.
De esta manera los dos últimos dos meses (septiembre y octubre) se cuidó al máximo para descansar y redujo a casi nada sus apariciones en público.
Llegó el tan ansiado día y el 29 de octubre del 2011, nació el bebé que tanto esperaba y para fortuna tanto de ella, como de sus admiradores, fue niña.
Como se juntó con el fin de año, noviembre y diciembre también los utilizó para descansar y retomar con más brillo su carrera. Al ser una figura pública, el nacimiento de su primogénita, corrió como “reguero de pólvora” en las “redes sociales” y se convirtió en noticia de efectos mediáticos.
El 2 de enero del 2012, le hablaron del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) para avisarle que el 6 de enero le harían un homenaje nacional en el Palacio de Bellas Artes.
Cuando comprobó que no se trataba de una broma, preguntó con extrañeza el foxiano:
-¿A mí por qué?
Sin creerlo todavía:
Irán Castillo Pinzón recibió como respuesta:
-Por traer al planeta a la:
Niña más bonita del mundo.
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