“La televisión es fundamentalmente imágenes y vínculo social, entretenimiento y espectáculo, muchedumbre de soledades arrojadas sobre la pequeña pantalla, evasión, nueva forma de ocio, pero también información y relación con los asuntos que interesan a la sociedad”, afirmó Javier del Rey Morató, en su texto "El Naufragio del Periodismo en la era de la televisión"(1)
“En el mundo de la televisión, el espectáculo a veces lo pone la realidad, con su oferta numerosa de referentes excepcionales, escandalosos, morbosos, que tienen que ver con conductas atípicas o con accidentes que dejan una cosecha numerosa de muertos" (1)
Así, el tele-noticiero debe ser entretenido y a su vez manejar contenidos del mundo del entretenimiento.
Hoy, los noticiarios están nutridos de todos los contenidos posibles; de inundaciones espectaculares, a guerras con hambrunas; pasando por inauguraciones deportivas hasta hazañas humanas de rescates. Le sumamos que, gracias a las Tecnologías de la Información, los jefes de redacción, productores, redactores y reporteros toman los videos subidos a la web y nutren sus informativos con imágenes que van: desde un perro rescatando a un niño, hasta un oso alimentando a sus cachorros.
El noticiero de televisión nos muestra espectaculares noticias porque no desea perder la atención del espectador; pero no sólo recurre a las imágenes, sino a la musicalización que insertan los editores a la hora de armar una nota. Podemos mencionar también las cortinillas de entrada, de salida o de las secciones son recursos literarios para crear una narrativa.
"También hay información pero redactada muy entretenidamente" (2)
En su texto "Apuntes de presentación. Algunas claves para la comprensión de las hibridaciones entre información y entretenimiento en el periodismo televisivo: el infoentretenimiento en la era del espectáculo", Casero Ripollés Andreu y Javier Morzal Felici expusieron que el proceso de espectacularización de lo real es paulatino progresivo y que se comenzó a gestarse a mediados del siglo XIX.
"Con la consolidación de las sociedades urbanas y el desarrollo de la economía industrial capitalista, cuando se puede situar el nacimiento de la «sociedad del espectáculo». En dicho contexto, asistimos a una creciente «hibridación» que impregna todos los órdenes de la cultura, también el periodismo, que se debate, especialmente en el medio televisivo, entre la transmisión de «información» y ser objeto de «entretenimiento» para la gran masa social de televidentes." (3)
Mayra Sánchez Medina, Doctora en Ciencias Filosóficas, profesora e investigadora de “Estética” en la Universidad de Artes de Cuba, escribió: “La cultura popular, la televisión, la moda, la publicidad, y la propaganda comercial, resultan omnipresentes en la vida cotidiana” (4)
Y existen diferentes factores que debemos tomar en cuenta como:
“La universalización del principio mercantil, los adelantos tecnológicos, la explosión de los mass media, la sobreabundancia de signos, la visibilidad y el ejercicio de la diversidad valorativa humana”. (4)
"La capacidad de la televisión para producir escándalo está testada. Y esa producción de espectáculo no parte necesariamente de una realidad ajena a ella, y sobre la que ella informa, sino a partir de acontecimientos estrictamente mediáticos, generados por el propio medio y capaces de secuestrar la atención de los ciudadanos, que dejan ocupaciones alternativas y programas que podrían ver, en beneficio de la realidad mediática propuesta por la pequeña pantalla" (5)
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