Fue en la telenovela transmitida por TV Azteca, “Súbete A Mi Moto” (2002-2003), el responsable de la edición olvidó musicalizar una escena. ¡Y no cualquier escena!, sino la de una fiesta.
Debemos explicar que en cine y televisión cuando en la historia se muestra el interior de un bar, un antro, un salón de fiestas o una casa donde las personas, beben, bailan y conversan no se puede hacer dicho acto “tan real”; es decir, la música y las voces no pueden ser grabadas al mismo tiempo (como en la vida real ocurre que voces y música se escuchan ruidosamente y luego ni hablar uno puede).
Son decenas de anotaciones que los gaffers (los que trabajan en la producción de una historia) deben tomar en cuenta. La escena de una fiesta debe contener la orden por escrito para la zona de edición que se ordena, pide, o indica (a los editores) pongan una pista de fondo para que el espectador escuche las voces de la cinta y al mismo tiempo la música que se supone contiene la escena.
¡Alguien debió ser despedido por esto!, después de este ridículo.
En la historia de la televisión mexicana jamás se había oído un caso similar.
Ni modo, en la producción y posproducción Televisa es experta, sólo a TV Azteca le pasan cosas de principiantes.
Si alguien se acuerda de esto, lo vio en su televisión “en tiempo real”, fue espectador de esta telenovela allá por principios de la década de los dosmiles, háganoslo saber en los comentarios.
Peor fue el erro de musicalización en el final de ROSALINDA en 1999. Hubo un error y los ultimos 10 o 15 minutos de la novela no tuvo musica incidental y fue muy extraño proque jamás había sucedido algo así. Ya en sus repeticiones ese error fue corregido
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