Pasaron cinco años y AMLO nunca dejó a sus secretarios de Estado brillar. Porque AMLO se cree el ESTADO, EL PUEBLO y LOS TRES PODERES.
Este sexenio quedará asentado en la historia como un GABINETE GRIS; UN GABINTE que podíamos ver DESMOTIVADO, agachado, sumiso, escondido; “culiempinados” como diría el Senador Germán Martínez.
Quizás un Marcelo Ebrard tomaba relevancia cuando Trump amenazó con subir los aranceles y se ponía la firma final del TEMC; pero Marcelo brillaba sólo si estaba fuera del país y, en los Estados Unidos, Marcelo creía ser el rey.
Quizás Esteban Moctezuma hizo un gran papel ante la SEP.
La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, cumplió con ser “la primera secretaria de Gobernación mujer”, después ya todos sabemos que fue removida del cargo y fue la peor desilusión para muchas “madres buscadoras”, para los empresarios y para los mexicanos que creyeron que iba a demostrar un carácter fuerte ante su Mesías y patrón.
Vergonzoso el papel de Manuel Bartlett, los secretarios del Ejército, y de la Marina; el secretario de Comunicaciones y Transportes, que nadie sabe cómo se llama, tuvimos que googlear su nombre. (Jorge Nuño)
No olvidamos a Alejandro Encinas que vivió del erario como “el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración instala por Decreto Presidencial la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa” para terminar diciendo la misma “verdad histórica” que el encarcelado Jesús Murillo Karam.
No olvidamos a los que por una u otra razón renunciaron y demostraron que si no estás de acuerdo con las locuras del presidente, estás contra él:
Simón Levy, Germán Martínez, Tatina Clouthier, Carlos Urzúa, Javier Jiménez Espriú, Tonatiuh Guillén López, Josefa González Blanco, Santiago Nieto, Julio Scherer; diferentes personalidades, diferentes pensamientos y enfoques, pero no pudieron con la megalomanía del tabasqueño.
¡Y qué tal el ahora gobernador de Sonora Alfonso Durazo!, quien fuera titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana desde el 1 de diciembre de 2018 hasta su renuncia el 30 de octubre de 2020.
¡NO HIZO NADA POR EL PAÍS!
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