Hay de milagros a milagros
San Judas Tadeo
En los escasos 10 minutos que pasamos en la sala de espera de la Profeco antes de ser: Amable y eficientemente atendidos vimos en la televisión del lugar repetido en varias ocasiones algo que todavía no sabemos si calificarlo como:
Ironía, sarcasmo, humor involuntario, aviso o advertencia para los consumidores, descuido, o error
La transmisión del comercial de un:
¡Producto milagro!
En este caso
Una crema que en 15 minutos y por arte de magia (supuestamente) le desvanece las arrugas al rostro de las mujeres.
Lo curioso del asunto es que nunca apareció en pantalla la leyenda:
No lo compre
Es como si en la sala de espera de la oficina del Cardenal Norberto Rivera Carrera para pasar el tiempo exhibieran las películas:
La última tentación de Cristo o Agnus Dei.
Por supuesto esta anécdota no le quita un ápice a la excelencia de la Profeco , que es sin duda: La dependencia más eficiente del Gobierno
Y simplemente fue, parafraseando a:
Manuel (¿Está loco Valdés) Castillo
"Un buen puntacho"
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