viernes, 3 de enero de 2020

¿Habrá Tercera Guerra Mundial? Por Irving Gatell


Depende mucho de lo que haga Rusia, pero me doy el lujo de ser optimista con eso. Hay muchos detalles que señalan que Rusia no se va a meter en el problema entre EUA e Irán. Deja te platico.

Rusia de inmediato condenó la ejecución de Soleimani y expresó su apoyo a Irán, pero dijo que esta "acción gringa" seguro elevará la tensión en Medio Oriente. Nótese: EN MEDIO ORIENTE. En ningún momento se dijo que ellos vayan a ser parte de esta tensión.

Y es que los intereses de Rusia en Irán no tienen nada que ver con afinidad ideológica. De hecho, a Rusia le importa un pepino ese asunto. En última instancia, Putin siente un profundo desprecio por el fundamentalismo islámico, que es la ideología oficial iraní.

Rusia ha ido de la mano de Irán durante los últimos años por algo que, hoy por hoy, es más importante que la guerra: Negocios

El vínculo se reforzó particularmente durante la guerra civil en Siria, y la actuación de Rusia en ese conflicto es muy fácil de explicar.

Si Rusia hubiera tenido un interés ideológico en Siria y a favor de Irán, simplemente habría hecho que Bashar el Assad ganara la guerra. Está claro que a Rusia le sobraban recursos para ello. Y Barack Obama, un pro-iraní de clóset, no se habría molestado.

Pero Rusia no lo hizo. Se limitó a dar el suficiente apoyo para que Assad no fuera derrocado, y eso sólo provocó que la guerra se extendiera, generando cientos de miles de muertes. De hecho, el conflicto todavía no llega a su fin.

¿Por qué Rusia hizo eso? Sencillo: 

Mientras hubiera guerra, Irán tendría que seguir gastando dinero para mantener a Assad. Y el que lo cobra es Rusia, que no vende su amor nada barato. Sobre todo porque sabía de la urgencia de Irán por salvar a Assad.

La de Irán ya era una economía en crisis, pero los ayatolas no quisieron perder Siria porque es una pieza fundamental en sus proyectos expansionistas. Es el vínculo para conectar vía terrestre a Irán con Hezbollá, la guerrilla chiíta que tiene el control de Líbano.

Hezbollá fue creado para destruir a Israel. Es el otro gran conflicto potencial en Medio Oriente. Si Hezbollá queda desconectado del apoyo logístico iraní, no resistiría un ataque israelí. Por eso Irán se arriesgó a gastar cualquier cantidad de dinero en Siria.


 ¿Rusia puede tener otro interés, más allá del dinero, para mantener una complicidad con Irán? 

Definitivamente no, y eso se vio justamente en la guerra civil en Siria. Los movimientos iraníes, además de reforzar a Assad, tuvieron otro objetivo más sofisticado.

Irán trató de reforzar su cerco contra Israel construyendo nuevas bases militares, almacenando armas para Hezbollá, y movilizando tropas de sus Guardias Revolucionarias y de las Fuerzas Quds. Israel estuvo siempre monitoreando todo ese movimiento.

Cada vez que lo consideró pertinente, Israel lanzó bombardeos devastadores contra las posiciones iraníes. En los últimos años, decenas de bombardeos destruyeron más de una década de inversión iraní en infraestructura, y dejaron centenares de soldados 
Muchos de esos bombardeos destruyeron bases operativas construidas por los rusos, aunque -curiosamente- ningún ruso se vio lastimado. El único episodio con víctimas rusas fue por un avión ruso derribado por los sirios, por error. Vaya, por idiotas.

¿Por qué Rusia nunca intervino contra Israel para proteger los intereses de Irán? 

Sencillo: Porque no le interesa proteger los intereses de Irán. Si tuviera un interés en ello, lo habría hecho. En realidad, a Rusia le vino muy bien que Israel realizara esos ataques.

Cada destrozo provocado por Israel, Rusia de inmediato anunciaba que ayudaría a Irán a reconstruirlo todo. Obvio: Nuevas ventas, nuevos apoyos, nuevas armas, nuevas instalaciones. Más gasto para Irán, más dinero para Rusia. 

¿Promesas de defenderlos de Israel? Ninguna.

La situación vivió sus máximos momentos de tensión mientras Obama era presidente, y es que tenía una idea muy rara sobre el Medio Oriente. En general, pareciera que creía que la mejor manera de mantener la zona en paz era equilibrando los poderíos militares.

Por eso, Obama hizo todo lo posible por limitar el desarrollo militar israelí y facilitar el desarrollo militar iraní. Obvio, Israel nunca le hizo caso. Pero Irán sí se vio beneficiado por Obama, y eso no le gustó a Arabia Saudita, el otro enemigo histórico de Irán.

Involuntariamente, Obama provocó que israelíes y saudíes comenzaran a acercarse. Primero, en apoyos estratégicos para estar listos en caso de una agresión iraní. Pero luego fueron descubriendo que los vínculos comerciales también van a ser muy productivos.

A estas alturas, ya están bien sentadas las bases para que dentro de no muchos años Israel, Arabia Saudita, los emiratos y Egipto -por lo menos- conformen un bloque económico protagonizado por el dinero árabe y la tecnología israelí. Dinamita pura.

Putin será cabrón, pero no tonto. Lo vio. Lo huele. Por eso, aprovechó el hueco que dejó Obama al enemistarse  con Israel y Arabia Saudita a causa de su política pro-iraní y así empezó también el acercamiento ruso-israelí-saudí. China también lo vio claramente y alzó la mano.

La situación es muy simple: Rusia, una economía petrolizada y frágil, necesita socios comerciales. Si apoya a Irán hasta este punto es porque le puede sacar dinero, pero la economía de Irán también está en crisis, y el descontento popular está minando al régimen.

Irán no es un socio comercial atractivo a mediano y largo plazo. Israel y Arabia Saudita sí. Así que cuando llegue el momento, a los rusos no les va a doler tirar a los iraníes al bote de la basura y redefinir su lealtad a favor de Israel y Arabia Saudita (igual que China).

El punto de fondo es que las grandes potencias (EUA, Rusia y China) saben que la estrategia ya no es la guerra. Es muy cara. Desfonda economías. Rusia lleva la desventaja en eso: No soportaría un conflicto de más de un año, ni con Estados Unidos ni con Israel.

A los rusos les sobra armamento, pero no dinero. Por eso no les interesa una guerra militar. Les interesa el comercio. Ahí hay dinero, ahí hay ganancias. Y si hay algo que resultaría contraproducente para Putin, sería meter las manos al fuego por un país en crisis como Irán.

De hecho, si Putin es medianamente previsor y perspicaz, no va a tardar mucho en apostarle al colapso del régimen iraní. 

Es sencillo: Un cambio de gobierno en Teherán traería seguramente un cambio en la política exterior persa. Es decir, podría llegar un gobierno que de inmediato hiciera las paces con EUA, Arabia Saudita e Israel. Eso significaría que Irán podría integrarse a este nuevo bloque económico, que se volvería todavía más atractivo. Irán está en crisis, pero es un país con una riqueza humana enorme.

Un bloque económico integrado por Israel, Arabia Saudita, Egipto, los emiratos e Irán de inmediato absorbería a Irak, y muy probablemente a Pakistán (aliado incondicional de los saudíes). Una verdadera bomba comercial, y Rusia la tendría en su frontera sur.

Así que no se sorprendan si Rusia no ha tomado iniciativas verdaderas y serias. No las tomó para defender a Irán de los ataques de Israel, porque no le interesa eso. Y no las va a tomar para defenderlo de EUA. Así que, por lo menos respecto a Rusia, respiren.


Irving Gatell
@IrvingGatell

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