La telenovela juvenil de Televisa producida por Pedro Damián llamó la atención de niños, jóvenes, adultos, y de la prensa en general, que no paró de criticarla y cubrirla hasta el último capítulo.
Algunos integrantes del elenco ya eran "cartas fuertes" para Televisa:
Anahí había triunfado desde "Chiquilladas", Christian Chávez, Alfonso Herrera y Dulce María venían del éxito "Clase 406".
Pero 18 años después del estreno de Rebelde en El Canal de las Estrellas, los tiempos cambiaron. EL FIN DE LOS TIEMPOS LLEGÓ, y hoy, ni los niños desean entretenerse con la televisión abierta. Ahora "la moda" es buscar los productos audiovisuales en las nuevas plataformas de streaming.
Netflix le apostó bien, le apostó a un producto ya garantizado. Le apostaron a la melancolía que todos tenemos en estos tiempos apocalípticos.
y la gordita Celina que no puede ocultar su cara de felicidad de que la hayan considerado para el proyecto.
COMPROBADO: "las realidades a la gringa" siempre "pegan", porque NOS GUSTA LO ASPÍRACIONAL. Como latinoamericanos nos agrada "soñar despiertos", nos encanta que nos hagan creer que pobres y ricos, colombianos mexicanos, brasileños y argentinos pueden convivir en una Academia tipo prepa y volverse estrellas de la música.
Netflix sabe que "le habla" a otra generación, que su público objetivo "ya está en otra onda". Por eso vimos a un colombiano con corte mohicano, con falda y haciendo rimas de hip-hop.
Por eso, vimos a un personaje "gay declarado", en lugar de a una chavita fresa Mía Colucci que ya venía siendo un estereotipo que ya estaba "muy choteado", explotado, ya visto en muchos proyectos audiovisuales.
Netflix, sabe que se dirige a otra audiencia: por eso vimos a una joven "tipo dreamer" sentada al piano y cantando la letra de Danny Ocean, "Me rehúso" (que hasta hoy en día tocan en los bares de México) y que dice:
"Me rehúso a darte un último beso, así que guárdalo (guárdalo)
Para que la próxima vez te lo dé haciéndolo (haciéndolo)
Haciéndotelo así, así, así
Así como te gusta, baby"
Como en la telenovela de Televisa, la audiencia debe saberse de memoria y como en una religión los nombres de los nuevos ídolos. Y es por ello que en los primeros 2 capítulos de la serie nos restriegan cómo se llaman cada personaje.
NO SE PUEDE CONSIDERAR UN ÉXITO TELEVISIVO A UN PRODUCTO SI EL PÚBLICO NO UBICA A LOS PERSONAJES POR NOMBRE REAL Y FICTICIO.
Con un vestuario y peinados a todo el glamour que la televisión ofrece: Ninguno de los personajes tiene un barro en la cara; como buenos actores de televisión vimos un elenco con el cutis de estrella de telenovela, eso sí, de los años 80.
Rebelde de Netflix tiene una fórmula con ingredientes que le gusta a los chavos de ahora y, por supuesto, de los chavo-rucos que vieron la versión argentina y la mexicana, pero también tienen elementos visuales del Siglo XXI y los remix de canciones que la nueva generación ama.
Nos llamó la atención la importancia del personaje que trabaja el hijo de Sergio Mayer, en los spots de la serie no parecía que Mayer Junior tuviera tanto peso en la trama.
Por cierto, ¿qué les hubiera parecido meter en ese lugar al cantante Mario Bautista en lugar del hijo de Sergio Mayer?¡Bautista hubiera explotado Twitter si Netflix lo hubiera contratado!, porque es muy parecido el físico e imagen que maneja el cantante con el de Mayer Junior, ¿no?
Las plataformas alternativas ahora nos acostumbran a:
No ver comerciales y a tragarse la serie-telenovela de 5 en 5 capítulos y de un sentón.
Vean REBELDE si aún creen que su adolescente interno no ha muerto.
SABRÁ DIOS SI HABRÁ MÁS TEMPORADAS.
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